Cultural

OPINIÓN | Chinn De La Cruz: "Jojo Rabbit, una parodia del nazismo"

jojo
26-02-2020

Hay historias duras que nos muestran la realidad, nos enfrentan a las verdades, y que nos invitan a reflexionar sobre el actuar. Así fue Parásitos, mejor película de los Óscar 2020. En cambio, hay otras que quieren reescribir la historia, y que pretenden cambiarla, muchas veces, persiguiendo determinados ideales. Así es Jojo Rabbit, una parodia del nazismo a través de la ternura de un infante alemán.

Johannes Betzler (10), alias Jojo, protagonista de esta historia, pertenece a las Juventudes hitlerianas, sueña con ser parte de la guardia personal, y su padre está en la guerra. De su cuidado se encarga su madre, una mujer que lucha contra el partido y que ha albergado en el ático de su casa a una adolescente judía.

Él se guía por las enseñanzas que recibe de sus mentores, pero, sobre todo, de un Adolfo Hitler imaginario, que le habla permanentemente sobre cómo actuar. Con diálogos que muestran lo estúpido que fue el nazismo alemán, poco a poco se va estableciendo un discurso que humaniza a las víctimas de este pensamiento.

Es a través del conocimiento del otro que se va demostrando los ideales erróneos de la guerra, y de cómo una cultura dictatorial recorta las libertades de todos, sin discriminación alguna. Nos muestran, además, frases que cobran sentido en medio de la historia, como que “el amor es la cosa más fuerte del mundo” y que “hay cosas más importantes que preocuparse por los judíos”.

En la cinta, Jojo tiene a su amigo Yorki, un personaje que no calza como su antagónico, pero que sí es parte de la guerra y que, pese a estar más vinculado al nazismo, distingue de mejor manera lo realmente valioso: conservar la amistad y buscar el bienestar de aquellos a los que quiere.