OPINIÓN | Borka Sattler: "La mano umbría de Carlos López Degregori"
Por Borka Sattler
La pluma de Carlos López Degregori es un manifiesto de los sentidos, una reflexión que grita en silencio y un testimonio del suceder.
Con imágenes casi plásticas, el poeta compone con el matiz de las palabras esta obra que nos brinda: A mano umbría, su reciente libro publicado a finales del 2019. En él se conjuga poesía y narrativa en un binomio de pensamientos y reflexiones.
El ritmo que se percibe en estas páginas, divididas en cinco secciones, actúa como espejos de la existencia y es una confesión laboriosa que reclama comprensión y expiación.
“Un buen día empecé a escribir. Un buen día decidí publicar Un buen día, mi primer libro y sé que un buen día saldrá de mis manos mi último poema. Soy y no soy lo que he escrito y cada uno de mis textos me señala, enmascara y conjura. Soy mis palabras y ellas se han vuelto mis ojos y mi carne y mis piernas y mi respiración” (página 213).
Carlos López Degregori (Lima 1952), maestro de las letras, ha publicado once libros de poesía. Sus poemarios son los capítulos de un libro titulado Lejos de todas partes (1978-2018). Tiene a su haber tres antologías de su obra, publicadas en Colombia, Chile y España. Su amplia obra literaria aparece en diferentes antologías peruanas y latinoamericanas. Ha publicado numerosos artículos y ensayos. El 2016 apareció volumen La voz oculta, conversaciones con Carlo López Degregori y Eduardo Chirinos, que reúne una serie de entrevistas publicadas en diferentes publicaciones literarias y de la prensa.
A mano umbría, este libro que acaba de publicar con Estación La Cultura para su sello Animal de invierno, es una edición de corto tiraje y numerada. Un libro de presentación impecable donde se encuentran ilustraciones perfectamente escogidas que resaltan los textos, mas los textos brillan con luz propia.
“No puedo vivir lejos de un reloj. No es que sea una persona obsesionada con la puntualidad, pero ellos marcan una cartografía necesaria en mis días” (página 160).
Realmente este nuevo libro de Carlos López Degregori es un trozo de pan para la mente y una copa de vino para el espíritu. Es de necesidad leerlo.