Cultural

Narrativa peruana y la destrucción del sueño americano

Reseña del libro: "Cuentos de ida y vuelta. 17 narradores peruanos en Estados Unidos".
cue
15-12-2019

Por Juan Zevallos Aguilar

Los escritores y académicos Luis Hernán Castañeda y Carlos Villacorta convocaron a sus contemporáneos para explorar el tema de los flujos transnacionales entre Perú y los EEUU y volcarlo en el volumen Cuentos de ida y vuelta. 17 narradores peruanos en Estados Unidos (Peisa, 2019). Los 17 escritores que enviaron sus textos oscilan entre los treintaicinco y cuarentaiocho años. El más joven, Jack Martínez, tiene 36 años y el mayor de todos, Mario Michelena, va por los 48 años. Todos tienen varios libros en su haber. Han escrito poemas, cuentos, crónicas, novelas, ensayos y guiones de cine y TV. La mayoría ha publicado en el Perú y unos pocos en los EEUU. Casi todos han nacido en Lima y han estado vinculados a las humanidades, en calidad de estudiantes o catedráticos de pregrado y postgrado, en departamentos de humanidades de universidades norteamericanas y peruanas. Por último, residen o han sido aves de paso en los estados de New York, Massachusetts, Colorado, Vermont, Pennsylvania y Maine mientras cursaban sus maestrías o doctorados. Los únicos que retornaron a Lima son Jeremías Gamboa, Richard Parra y Juan Manuel Robles. Pedro Medina León vive en Florida. La excepción a esta clasificación es Oswaldo Estrada, un escritor nacido y educado en California, que se auto identifica como peruano y enseña en Carolina del Norte.

La mayoría de los cuentos son realistas y enfocan la destrucción del sueño americano. Es decir, el trabajo duro y la educación superior ya no aseguran el ascenso social. Existe una creciente escasez de trabajos bien remunerados y estables. Los personajes de los cuentos, en muchos casos alter egos de sus autores, son inmigrantes que ejercen trabajos menudos y nada edificantes. Demasiadas historias focalizan la precariedad en la que se encuentran las humanidades en el sistema norteamericano. Los únicos trabajos disponibles se localizan en universidades de pueblos inhóspitos, semi destruidos por la desindustrialización. No son tan cosmopolitas como las grandes ciudades (Boston, New York City, Philadelphia) en las que hicieron sus estudios de postgrado. Las grandes urbes ofrecen trabajos a tiempo parcial y mal remunerados. En la crisis inducida de las humanidades llevan la peor parte los estudios literarios. Los cursos de literatura, considerados tradicionales, atraen a estudiantes o interesados con desequilibrios mentales o suicidas. Un buen número de estas historias tienen como escenario la ciudad de Nueva York, emblema del cosmopolitismo contemporáneo. La vida precaria generalizada de los EEUU hace que el retorno tenga mayor atractivo. Quizás a eso se debe que por lo menos tres de los antologados residan en Lima. En suma, el mundo representado en esta antología es distópico, señala los desafíos que enfrenta una nueva generación de escritores transnacionales peruanos debido a la desintelectualización y desliteraturización global implementada por el neoliberalismo.