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Las novelas que la viuda de Ciro Alegría recuperó

En el exilio, el escritor estaba muy enfermo y había vendido sus obras a perpetuidad.
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04-11-2022

Hace 113 an?os, un 4 de noviembre de 1909 nace Ciro Alegri?a, un escritor, poli?tico y periodista, en Sartimbamba, La Libertad. Sus obras a menudo se centraban en los indi?genas y su modo de vida, que se caracterizaba por su dureza y la opresio?n.

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Quiza? una de su ma?xima obra 'El mundo es ancho y ajeno' ocurre en una comunidad de la sierra del norte del Peru?, convulsionada por la resistencia de sus habitantes y su sabio alcalde a la expoliacio?n de los gamonales, el holocausto y la emigracio?n de las vi?ctimas. Con esta obra gano? el premio del Concurso Latinoamericano de Novela de 1941.

La u?ltima de sus esposas, Dora Varona, nacida en Cuba y que conocio? en Espan?a, fue su albacea intelectual. Con ella tuvo tres nin?os al momento de morir el escritor. Ella se encargo? de ordenar con pasio?n e inteligencia su obra dispersa.

Recuerda que la obra de Ciro Alegri?a ya no le produci?a nada ya que lo vendio? a perpetuidad cuando estuvo con tuberculosis en Chile. “Vendio? La serpiente de oro a la Editorial Nascimento de por vida a una miseria, lo que apenas le alcanzo? para comprar una ma?quina de escribir”, anota.

Con los 'Los perros hambrientos' tambie?n firma un contrato “de por vida”. Igualmente, recibe otra miseria que apenas le alcanza para comprarse ropa. Por aquellos an?os, indica, Ciro Alegri?a vivi?a en el exilio luego que diversas dictaduras le prohibieron el retorno. Por aquellos an?os, el escritor militaba en el Partido Aprista.

Chile

En Chile recibio? un gran apoyo de amigo, Enrique Espinoza. El lo apoyo? econo?micamente cuando estaba enfermo para escribir 'El mundo es ancho y ajeno'. Incluso, consiguio? cuatro me?dicos que le donaron dinero por cuatro meses. Ello le sirvió para que escribiera en su cama.

Si bien ese otro relato, su viuda, Dora Varona, cuenta que viajo? a Chile con fotos de sus hijos a entablar un juicio. Sin embargo, no hubo necesidad ya que ninguno que firmo? el contrato estaba vivo. “Me dieron una cantidad muy mi?nima. no reconocieron todo lo que le debi?an a Ciro. Pero me firmaron un papel donde se comprometieron a no editarlo ma?s”, dijo.

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