Cultural

La vida es sueño y la complejidad del ser

Alonzo Aguilar dirige la obra clásica de Calderón de la Barca.
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15-08-2019

La vida es sueño nos cuenta la historia del príncipe Segismundo, quien es encerrado en una torre por su padre, el rey Basilio, debido a que los hados vaticinaron que sería un gobernante cruel. Un día decidieron liberarlo y, mientras dormía, trasladarlo al palacio, con el plan de que, si se mostraba como un tirano, lo dormirían nuevamente y lo regresarían haciéndole pensar que todo fue solo un sueño.

Segismundo despertará a una realidad que no sabía que existía. ¿Reaccionará usando la razón o seguirá su instinto?

La Compañía de Arte Dramático continúa su temporada teatral 2019 en la Asociación Cultural Campo Abierto con la obra La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca, dirigida por Alonzo Aguilar, y las actuaciones de Eduardo Bazán, Gabriela Gallegos, Tamara Padilla, Edwar Reyes, Nicolás Valdés, Johan Velásquez y Óscar Yépez.

La puesta en escena aborda la búsqueda de la dignidad humana a través de la lucha interna de todo ser humano entre la razón, traducida en los comportamientos aceptados en una sociedad civilizada, y el instinto, como los impulsos salvajes de cada uno. El equilibrio de estas dos fuerzas frente a las situaciones cambiantes de la vida es lo que permite la convivencia de forma digna, contrario a una predestinación o designio de los prejuicios.

¿Por qué La vida es sueño hoy? ¿Qué tiene que decirnos un español del siglo XVII a un grupo de jóvenes teatristas del siglo XXI? «Un texto tan universal como el de Calderón de la Barca posee esa cualidad de centrarse en múltiples aristas que se relacionan con las diversas posibilidades de nuestra realidad, que, sin embargo, podría resultar en una mera recitación del texto», nos comenta Alonzo Aguilar.

“La vida es sueño apareció como un drama que nos habla de la profunda complejidad de la naturaleza humana y su constante lucha por la dignidad, reconocerse y ser reconocidos como seres con valor en sí mismos; lucha que está inmersa en la continua tensión entre nuestros instintos más primigenios y la maravillosa capacidad de razonar, propia de nuestra especie. ¿Cómo hacer de esta reflexión un montaje teatral? Pues a través del diálogo y trabajo colectivo. Una extraordinaria puesta en escena que va de viernes a domingo a las 8:00 p.m. en la Asociación Cultural Campo Abierto. Calle General Recavarren 560, Miraflores.