04/03/2019 / Exitosa Noticias / Cultural / Actualizado al 09/01/2023
Parecía imposible imaginar House of Cards sin Frank Underwood, presidente de Estados Unidos. Menos aún a otro actor al frente de la producción que no fuera Kevin Spacey (59), cuyo personaje le había proporcionado un Globo de Oro y dos premios del Sindicato de Artistas, que añadió a otros galardones, entre los que destacan sus Óscar por Sospechosos comunes y American Beauty.
En cambio, su carrera frenó en seco, como la de otros grandes de Hollywood, tras el tsunami del movimiento #MeToo, que empezó con las acusaciones de abuso y acoso sexual contra el todopoderoso productor de Hollywood Harvey Weinstein. No solo ha hecho caer a más de 200 hombres poderosos, sino que además se han sustituido por mujeres.
En este caso, la acusación contra Spacey de abuso sexual, generalmente difícil de probar en un juicio, ha sido lo suficientemente sólida como para presentar cargos formales en un caso de delito criminal. Hoy 4 de marzo se marca en rojo en su agenda, ahora vacía. Es el día de la cita en el juzgado en Nantucket (Massachusetts) tras la denuncia de la periodista de TV, Heather Unruh, por el supuesto abuso a su hijo en 2016, cuando tenía 18 años.
Depredador sexual
Spacey es la primera gran celebridad que rendirá cuentas ante un tribunal. Fue el actor Anthony Rapp quien acusó primero al actor de intentar tener relaciones sexuales con él cuando tenía 14 años. La estrella tenía 26. Su confesión tuvo lugar a finales de octubre 2017.
Días después llegaron denuncias similares de hasta 15 jóvenes diferentes en Estados Unidos contra Spacey. Más tarde se añadieron otras en Inglaterra. Fue retirado de la serie House of Cards, en la que le sustituyó como protagonista la actriz Robin Wright, su mujer en la misma producción. Los guionistas decidieron matar a su personaje e hicieron a Wright presidenta de la nación.
En las próximas semanas se empezarán a desmenuzar los detalles del caso ante el tribunal del juez Thomas Barrett. De ser encontrado culpable, Spacey se enfrenta a cinco años de prisión. Mientras, su nombre se incluiría en un registro de depredadores sexuales.
El abogado defensor, Alan Jackson, centrará su caso en atacar la credibilidad del demandante. El joven ya ha admitido que le dijo a la conocida estrella, que se ha declarado inocente, que tenía 23 años. En realidad, tenía 18. Cargará contra el joven por aceptar que el actor le invitase alcohol, en contra de la ley en Estados Unidos, donde su consumo se permite a partir de los 21. Mientras, también alegará que no le incomodó que la celebridad le tocara, al permitirlo durante tres minutos, como se establece en la denuncia.
El fiscal del distrito, Michael O'Keefe, tiene el testimonio del demandante, que tendrá que relatar en el juicio los abusos. Su descripción junto con el resto de las pruebas sin duda terminará de destruir la carrera del actor.