Iván Ayón, el tenor peruano que es aclamado en La Scala de Milán
A sus 28 años se ha ganado un nombre en el exigente mundo de la lírica en Europa y fue una emoción muy grande que en su debut en La Scala de Milán sea aclamado por el público. Su nombre es Iván Ayón Rivas, un joven piurano que gracias a su trabajo persistente y unos dotes inigualables para el canto es considerado una de las grandes promesas.
Ayón Rivas fue el encargado de cerrar la función con el himno “Vittoria! Vittoria!”, que fue seguido por la ovación del exigente y temido público de La Scala y clausuró semanas de intenso trabajo con algunas de las estrellas del panorama, de las que aprendió mucho.
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Para una agencia de noticias, Iván recuerda que sintió una emoción muy grande, al recibir el aplauso del público.
“Me preocupo muy poco de lo que puede llegar en el futuro, me preocupo de estudiar, porque lo que más espero es ver los frutos de tanto estudio”, asegura. Con su arte ha recorrido Italia de norte a sur, pasando por sus óperas más importantes como Palermo, Catania, Roma, Florencia, Turín o Módena, tierra de Luciano Pavarotti.
En el horizonte vislumbra su regreso a Moscú para una “Boheme”, después otro “Rigoletto” en Lieja, Bélgica, pasará también por La Fenice de Venecia con “Faust” y grabará un disco inédito de “Il Proscritto” (1842), una ópera de Saverio Mercadante.
Su pasión por el “Bel Canto” nace por admiración por “lo logrado” por la mayor voz de su país, Juan Diego Flórez, lo que le animó a estudiar canto lírico en el Conservatorio Nacional de Perú bajo la dirección de Maria Eloísa Aguirre, su profesora.
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En 2013 ganó el segundo premio del Concurso peruano de Canto Lírico, permitiéndole viajar a Italia, y aunque tuvo que volver a casa, logró regresar al país europeo en 2015 y ponerse a las órdenes de su actual maestro, el barítono Roberto Servile.
Para Ayón Rivas no ve otro futuro más que la ópera, un arte que no considera exclusivo del mundo adulto. Hoy la crítica lo ve como “uno de los talentos emergentes del momento”.