'Gabo' habla del periodismo como el mejor de los oficios
El laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez ofreció el 1996 una reflexión sobre el periodismo en Los Ángeles, Estados Unidos, durante la 52a. Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Razón no le faltaba para hablar de esta profesión al que describió como un oficio, porque 'Gabo' se formó como periodista en un diario colombiano.
“Hace unos cincuenta años, cuando la prensa colombiana estaba a la vanguardia en América Latina, no había escuelas de periodismo. El oficio se aprendía en las salas de redacción, en los talleres de imprenta, en el cafetín de enfrente, en las parrandas de los viernes. Todo el periódico era una fábrica que formaba e informaba sin equívocos, y generaba opinión dentro de un ambiente de participación que mantenía la moral en su puesto”, refería.
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Recuerda que los periodistas andaban siempre juntos, hacía vida común, y se era “tan fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo”. A las cinco de la tarde, añade, todo el personal de planta hacía una pausa de respiro en las tensiones del día y confluía a tomar el café donde se discutían en caliente los temas de cada sección.
“Los que no aprendían en aquellas cátedras ambulatorias y apasionadas de veinticuatro horas diarias, o los que se aburrían de tanto hablar de lo mismo, era porque querían o creían ser periodistas, pero en realidad no lo eran”, sostiene el escritor.
García Márquez cuenta cómo fue su ingreso: “Doy fe: a los diecinueve años, siendo el peor estudiante de derecho, empecé mi carrera como redactor de notas editoriales y fui subiendo poco a poco y con mucho trabajo por las escaleras de las diferentes secciones, hasta el máximo nivel de reportero raso”.
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La misma práctica del oficio imponía la necesidad de formarse una base cultural, y el mismo ambiente de trabajo se encargaba de fomentarla. La lectura era una adicción laboral. “Los autodidactas suelen ser ávidos y rápidos, y los de aquellos tiempos lo fuimos de sobra”, indica.