17/08/2021 / Exitosa Noticias / Cultural / Actualizado al 09/01/2023
Se van a cumplir cinco años de la masiva migración de venezolanos al Perú, pero aún es muy prematuro hablar de una influencia o fusión de la cocina de estos migrantes con la peruana, afirma el chef y estudioso de la gastronomía, Alberto Rodríguez Espinal.
En números, la migración venezolana que alcanza a más de un millón de personas, es ampliamente superior a la población china y japonesa, que llegaron con seudos contratos de trabajo desde mediados del siglo XIX hasta las primeras décadas del XX.
Incluso más venezolanos llegaron al Perú en cinco años que toda la población africana traída a la fuerza durante los tres siglos de virreinato, pero en materia de gastronomía, lo que no hizo el número, si lo ha hecho el tiempo y las pruebas están a la vista en muchos platos hoy emblemáticos de la cocina peruana con neta influencia africana, china o japonesa.
“Es muy rápido hablar de una fusión en la cocina, pese a que Venezuela y Perú tienen los mismos productos a la mano, aunque ahora los venezolanos que se encuentran en nuestro país tienen a su disposición lo que en su tierra escasea o simplemente no hay”, afirma Rodríguez Espinal.
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Arepas y cachapas
Autor del libro “Cocino luego existo”, el chef peruano vivió cinco años en Caracas, cuando ya la economía venezolana empezaba a desmoronarse y recuerda que cuando preparaba lomo saltado, cebiche o carapulcra, sus amigos caraqueños se burlaban de estos platos.
“Se reían hasta de la Inka Kola, parece pichi”, le decían a Rodríguez, sin imaginar que pronto, muchos de esos venezolanos llegarían al Perú en busca de trabajo y ahora se han adaptado a la culinaria peruana, sin perder su costumbre por las arepas o las cachapas, unos contundentes sanguches rellenos.
Los venezolanos han tenido que adaptarse a nuestra realidad que, en asuntos de comer, son mucho más variados y sabrosos que lo que se ofrece en su tierra. “En Lima, una carta de menú tiene hasta diez opciones, en Caracas lo que abundan son los pepitos o hamburguesas, que suena imperialista, pero igual lo consumen a toda hora", anota Rodríguez.
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