Caral comerciaba con pueblos de los Andes y Amazonía
La civilización de Caral, considerada la más antigua de América al desarrollarse hace 5.000 años en la costa central de Perú, realizó intercambios comerciales con otras sociedades de los Andes, la Amazonía, el sur de Ecuador y el norte de Chile, según su descubridora, la arqueóloga Ruth Shady.
La investigadora, que dirige la Zona Arqueológica Caral (ZAC), confirmó este lunes en una conferencia de prensa las relaciones interculturales que tuvieron los habitantes de Caral gracias a los hallazgos encontrados en Áspero, que en su día fue la ciudad pesquera de esta civilización.
Shady sostuvo que Caral ofrecía algodón y pescado deshidratado, en su mayoría anchoveta, a cambio de productos de zonas remotas como plumas de guacamayos y caracoles de la Amazonía, tubérculos andinos como la oca o conchas spondylus de las aguas tropicales de Ecuador, que utilizaban para elaborar adornos y collares.
"En Áspero ha habido una fuerte presencia de bienes de la Amazonía. Estamos investigando por qué hay una presencia tan fuerte de la selva. Las relaciones se dieron en condiciones de paz, respetando las diferencias étnicas y religiosas", indicó Shady.
Estos hallazgos demuestran que la primera civilización de América mantuvo relaciones con otros grupos sociales supuestamente menos desarrollados que habitaban a no menos de 400 kilómetros de distancia y a los que les separaba los Andes, una abrupta cadena montañosa que supera los 5.000 metros de altitud.
La civilización de Caral se desarrolló entre los años 3000 y 1800 antes de Cristo en el valle costero del río de Supe, a unos 130 kilómetros al norte de Lima, con 25 asentamientos distintos cuya capital o centro más importante la ciudad de Caral.