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Una historia de bancos y banqueros

En el mundo la banca se ha multiplicado y tecnificado, creando derivados como las criptomonedas.
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08-10-2022

Los inicios de la banca se remontan a las postrimerías del Virreinato (1792) cuando el Virrey Don Francisco Gil de Taboada y Lemos, creó en Lima un “Sacro Monte de Piedad” que no era otra cosa que una casa de empeños. Posteriormente en 1821, el General Don José de San Martín fundó el Banco del Rescate que dependía de la Casa de la Moneda, a fin de ayudar a la gente menesterosa. Asimismo, un año después se crea el Banco de la Emancipación.

No obstante, ambos tuvieron una vida efímera por las vicisitudes de aquel entonces. Incluso en 1837 se trató de formar un banco de la nación con el fin de fomentar el comercio de la confederación peruano-boliviana. El caso es que el agio y la usura proliferaron en aquellos tiempos.

Es recién en la década de 1860 cuando se crean una serie de bancos y concretamente en 1863. Con un capital de 500 mil pesos, se funda el Banco de la Providencia como institución emisora y de descuento. Este banco además de operar con instrumentos típicos establece un “Monte de Piedad”, caja de ahorros y hasta operaciones de seguros.

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Pese a ello, este esfuerzo y otros más, el Perú recién tuvo su primera ley de bancos en 1931, derivada de aquella fatal experiencia del 29 de octubre de 1929, el denominado “Crack de Wall Street” que provocó en los Estados Unidos la quiebra de 4,000 bancos. Las multitudes pugnaron por sacar sus ahorros, contagiadas por el pánico sin precedentes de miles de ahorristas que atónitos observaban el derrumbe de las operaciones de la Bolsa.

En unas pocas horas se transaron más de 16 millones de acciones, con una pérdida que se calcula en 50 billones de dólares de aquel entonces. Esta desgracia condicionó a que los gobiernos tomaran medidas drásticas a fin de preparar sus economías contra la “Gran Depresión”. Es dentro de este contexto que ya en el año 1931 el gobierno de Sánchez Cerro acepta la contratación del economista Edwin W Kemmerer, catedrático de las universidades de Princeton y Cornell de los EE.UU. y experto en asuntos de economía y de finanzas.

Este economista y su grupo de expertos, puso especial atención en que los proyectos de leyes monetarias y bancarias tenían que estar especialmente articulados. Es así que el proyecto general de bancos, la del banco central y el proyecto modificatorio de la ley monetaria, devinieron juntos a fin de modificar sustancialmente el sistema bancario, tanto en su estructura como en su funcionamiento.

Dispositivos legales crearon el sol de oro sin acuñar, como la nueva unidad monetaria del país estableciéndose el banco central y la ley general de banca. Asimismo, la Superintendencia de Banca es consecuentemente creada para que dicha ley se cumpla.

De allí a la fecha ha habido cambios múltiples que se dieron en la época del gobierno militar, quiebras de algunos bancos en la época de Belaunde y asimismo intentos de estatizar la mayoría de las instituciones financieras de parte de Alan García, lo que devino luego en una ley y posteriores modificatorias que dieron como punto de partida una libertad absoluta para que los bancos fijaran sus intereses, comisiones y demás gastos, de acuerdo al mercado y sin restricción alguna, salvo uno que otra dada por el propio Banco Central. Asimismo, se incorporó en este asunto a las compañías de seguros y se creó asimismo un Fondo de Seguro de Depósitos.

El mundo de la banca se ha multiplicado y tecnificado en un mundo financiero con derivados y criptomonedas, que casi colapsa en el año 2008 y fue ello rescatado por la Fed, con una Flexibilización Monetaria, la que ha exacerbado con otras variables como la pandemia, las criptomonedas y factores geopolíticos, el sistema que aun se basa en la moneda norteamericana y préstamos excesivos que rebalsan el PBI.

En el Perú su bancarización es apenas de un 50% y además de tener doble moneda. Ahora, lo que es la banca informal y no sólo la “ agiotista”, sino la derivada de corrupción es algo en lo que hay que trabajar.

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