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OPINIÓN|Nicolás Lúcar: La inscripción del Partido Morado

El referéndum fue la señal inequívoca del fin de una era en la política peruana
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14-01-2019

El 10 de enero pasado la Dirección Nacional del Registro de Organizaciones Políticas del Jurado Nacional de Elecciones anunció que el Partido Morado de Julio Guzmán había presentado formalmente su solicitud de inscripción.En una semana, si no hubiera tachas de por medio, el JNE debería declarar formalmente inscrito al Partido Morado y con ello un cambio significativo se habrá producido en la política nacional.Silenciosamente, Guzmán y los suyos han recogido el exagerado y antidemocrático número de firmas exigido para constituir un nuevo partido en el Perú. Las reglas hechas para impedir que surjan nuevas fuerzas los ha obligado a un esfuerzo descomunal. Los morados han entregado más de 750 mil firmas válidas de adherentes. Pero no solo eso, los seguidores de Guzmán han reclutado y organizado a lo largo de los últimos dos años y medio más de 104 Comités Provinciales en todo el Perú, que han sido acreditados en su solicitud de inscripción.

Como se recuerda, Guzmán fue excluido arbitrariamente de la última elección, cuando era favorito para pasar a la segunda vuelta, gracias a una maniobra -ahora se sabe- promovida por Peruanos por el Kambio y con la intervención de José Luis Cavassa. Guzmán parece ahora decidido a curarse en salud y no ha dejado margen para que nadie excluya esta vez a su organización de ir hasta el final de una elección presidencial.Conformado mayormente por técnicos, el equipo dirigente de Guzmán tiene como jefe de Plan de Gobierno a Francisco Sagasti, un intelectual de alto vuelo, experimentado hombre de centro izquierda y especialista en ciencia y desarrollo que pretende darle una nueva perspectiva al hacer política en el Perú. Integran el Comité Ejecutivo la ex jueza anticorrupción Carolina Lizárraga, la periodista Zenaida Solís y los fundadores del movimiento Carlo Magno Salcedo y Rodolfo Pérez. Controversia generará la presencia de Marco Antonio Zevallos, el responsable legal de la campaña contra la revocatoria de Susana Villarán y el experuposibilista Daniel Mora.

La mayor parte de los miembros del movimiento de Guzmán son jóvenes, emprendedores y líderes regionales.La legalización del Partido Morado introducirá un nuevo actor en la política peruana en medio de una situación de profunda crisis de las organizaciones partidarias.La confesión de los ejecutivos de Odebrecht terminará de demoler lo poco que queda de prestigio de lo que han sido los grandes protagonistas de la vida política nacional las últimas décadas.El fujimorismo entró en fase de descomposición; el APRA al igual que el PPC son ya organizaciones menores y poco representativas; Perú Posible ha desaparecido sin pena ni gloria y lo mismo ocurrirá pronto con Peruanos por el Cambio y el Partido Nacionalista; partidos como Alianza para el Progreso o el partido de José Luna, construidos alrededor de la figura de sus líderes y que tienen como único objetivo llevar a sus fundadores a la presidencia están destinados a desaparecer.

Otros serán los actores del próximo período al que ya entramos. Acción Popular, si no termina descuartizada por los apetitos adelantados de algunos de sus dirigentes; Verónika Mendoza, si logra librarse de la maldición de su letra en la agendas de Nadine Heredia, y que la puede convertir en investigada por la justicia; Walter Aduviri, si logra agrupar alrededor suyo un movimiento nacional; Antauro Humala, si se libra de la cárcel y de una sentencia que lo inhabilitaría para ser candidato.El nuevo escenario incluye a Martín Vizcarra, que debe decidir si da el paso de construir un nuevo movimiento y se termina de sacudir de Peruanos por el Kambio que solo le trae perjuicios y finalmente el Bolsonaro peruano que nadie sabe quién será, pero que será.El referéndum fue la señal inequívoca del fin de una era en la política peruana, la inscripción de Guzmán es la primera señal del inicio de nuevos tiempos.