22/01/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El presidente del Congreso de la República, Daniel Salaverry, ha logrado algo parecido a lo del jefe de Estado, Martín Vizcarra. Su popularidad ha ido en un alza constante en los últimos cinco meses hasta alcanzar los 26 puntos, mientras que la de los congresistas sigue en rojo con un alto índice de desaprobación.Un fenómeno extraño que se repite en ambos casos. Ya hemos comentado cómo el presidente Vizcarra llegó a niveles de aceptación de 66% en diciembre (el más alto), mientras que sus ministros apenas alcanzan la mitad, unos más que otros, pero con desaprobación superior a los 50 puntos. Sin duda, haberse enfrentado al Congreso y autocomandar la lucha contra la corrupción, fue la estrategia que le rindió los mejores réditos, pues en materia de gestión de gobierno los números no le son tan favorables porque hay muchos problemas y obras que atender en favor de la población.
Con Salaverry ocurrió algo parecido. Recordemos que con motivo del referéndum, el presidente del Congreso empezó a marcar distancia con su entonces bancada y pese a la resistencia de sus principales representantes se puso al frente para que se aprueben los proyectos de reforma constitucional requeridos por el jefe de Estado, a fin de poder someterlos a la consulta popular el 9 de diciembre.Desde entonces el titular del Parlamento ha tenido serios enfrentamientos con los principales intergrantes de Fuerza Popular, bancada con la que él llegó a este Congreso. Tenemos las candentes discusiones con Rosa Bartra y la histórica legisladora fujimorista Luz Salgado, a quien le llamó la atención diciéndole que aquí no actuaba como secretaria general ni estaba en el local del partido, frases que se consideraron una falta de respeto.
Llamar al orden a sus excompañeros y pretender cambiar la forma de conducir la Mesa Directiva, le ha permitido también a Salaverry elevar a 16 puntos el nivel de aprobación del Congreso de la República. Recordemos que al mes de julio, la desaprobación del Legislativo casi llegaba al cien por ciento, pues su aceptación apenas era de dos o tres puntos.Es la foto que se tiene por el momento del llamado primer poder del Estado. Un poco contradictoria porque los males persisten. Ausentismo en las sesiones que frenan la aprobación de dictámenes o la demora para ver denuncias importantes, como las que se presentaron contra el exfiscal de la Nación, Pedro Chávarry, que la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, bajo la presidencia del fujimorismo, se vio obligada a atender ante la insistencia de las demás bancadas.
Así está el Congreso, con números favorables a su presidente, pero con nota desaprobatoria a la actuación de las bancadas, aunque las del Apra y del fujimorismo son desastrosas, superiores al 80 por ciento.