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OPINIÓN|Después de robado:¿el candado?, por Dennis Falvy

Lo que ha venido pasando en San Juan de Lurigancho es atroz y nos pone en la imagen mundial
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25-01-2019

Lo que ha venido pasando en San Juan de Lurigancho es atroz y nos pone en la imagen mundial, como una capital que no tiene ninguna prevención ante accidentes o tragedias naturales. Da en realidad vergüenza ajena observar a una población de un millón de personas atendidas por personal no especializado. Y un presidente que habla mucho y hace muy poco. Y además confuso para echarle la culpa a terceros. ¿Se imaginan un terremoto en Lima, como el que por silencio sísmico pronostica el Instituto Geofísico del Perú recurrentemente y que para ello data de aquel del año 1746 que barrió con la población de La Punta, Callao, y además del sismo que duró casi 3 minutos vino de “yapa” con un tsunami? Hay información colgada en el internet al respecto.

Lo que llama poderosamente la atención es que el 20 de septiembre del año 2017, El Comercio publicó lo siguiente a raíz de un sismo acaecido en México: “El Callao tiene proyectado realizar un refugio para al menos 10 mil personas ante un tsunami causado por un terremoto. El Perú es sísmico como México. No obstante, Lima y Callao no han sido escenarios de un sismo de gran intensidad desde hace varias décadas”. La Punta, Callao, sería inundado por un posible tsunami. Una evaluación en este lugar muestra sectores que resultarían más afectadas. Según un estudio de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), un terremoto de 8.5 grados provocaría una inundación con olas de hasta 10 metros de altura en esta zona del Callao.

Sobre la base de estas condiciones, la empresa Arvo Corporación realizó una recreación 3D de cómo sería el impacto de un tsunami en La Punta.En función del estudio topográfico realizado con drones de alta sensibilidad, el mismo tipo de investigación que se realiza en otras ciudades vulnerables a sismos; una simulación en 3D muestra que en un posible tsunami con olas de 2 metros, el agua no provocaría tanto daño.En el caso de un tsunami con olas de 10 metros, varias casas quedarían bajo el agua.Dos terremotos de 8.0 y 8.4 grados golpearon Lima entre el 20 y 21 de octubre de 1687. El segundo generó un tsunami con olas de 5 y 10 metros en el Callao y se calcula que hubo 500 fallecidos.

El 24 de mayo de 1940, un fuerte sismo de 6.6 grados, con epicentro a 120 kilómetros al noroeste de Lima dejó unos 179 fallecidos. El mar se retiró unos 150 metros y retornó con olas de 3.Hay asimismo la información del sismo de 1746 y la recomendación de construir edificaciones de altura, pues si viene el maremoto, la población punteña no tendría el tiempo de ponerse a resguardo. Incluso en época de verano en que la afluencia del público dobla a los que residen en el balneario, debe estar advertida de ciertas zonas en peligro.Pero no se ha hecho nada hasta ahora y en las elecciones pasadas nadie tocó el tema.¿Es que tiene que suceder una desgracia mayor para que aquello de “a robado, candado” después surta efecto, lo cual es tardío e inútil? Prevención que le llaman pues, igual a cero.

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