27/01/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Según Víctor López García, este proceso electoral atípico en tanto que ha sido único en la historia política del país ha estado plagado de exageraciones juridicistas de ida y vuelta, de daca y toma, que han empantanado la dinámica propia de un evento comicial.
Igualmente, una fraccionada mayor presencia, sumada, de partidos de izquierda por sobre organizaciones de derecha.
Y por supuesto que deben estar tristes los adversarios y enemigos del régimen en tanto que aparecen como los grandes derrotados de este proceso electoral. Tanto los fujimoristas que consiguen una minoritaria representación hasta los apristas y los ppkausas que apenas han obtenido una mínima votación.
Los resultados preliminares (a boca de urna) dan cuenta de que el Congreso a instaurarse va a ser bastante atomizado en alrededor de una decena de variopintas representaciones de todas las tendencias políticas.
Ello permite colegir que deben estar alegres los amigos y socios del Gobierno porque todo indica una mayor presencia de movimientos afines; y a la inversa una menor representación de partidos que adversan o son contrarios a Palacio.
Estos resultados (aún preliminares mientras escribo este artículo) son un grave llamado de atención principalmente al Partido Aprista y a los apristas de lo que hay y no hay que hacer.
Los grandes derrotados, en especial el Apra, deben hacer una amplio y profundo análisis de su situación actual y perspectivas, en el marco de sus debilidades y fortalezas, que les permita una importante y necesaria refundación integral en el plano ideológico, político, programático y orgánico.
En tales condiciones de debilidad interna difícilmente se podía obtener un buen resultado a pesar del entusiasmo encomiable de los candidatos que hicieron lo posible por posicionar lo mejor posible a los candidatos de la estrella.
También aparece con una presencia mayoritaria de partidos amigos y socios del Gobierno, que van a garantizar una armónica relación Ejecutivo Legislativo; que bien podría mantener una relación armónica, que garantizaría la gobernabilidad democrática del país.
En cierto modo, pareciera que es una suerte de "crónica de un resultado anunciado" en tanto que era previsible obtener un bajo o pobre indicador como consecuencia principalmente de los problemas internos que confronta el Partido del Pueblo, expresado en una conducción apócrifa que realizó una elección interna bamba, cuyos resultados tampoco fueron respetados.
Tener el control formal (no real) del Partido Aprista les permitió el uso y abuso de las listas parlamentarias en todo el país, colocando en ellas a sus allegados, no siempre los más representativos; prescindiendo de los mejores cuadros, que no eran de su preferencia.
El caso más notorio y grosero fue precisamente el de encabezar la lista parlamentaria por la capital por parte del congresista más cuestionado por parte importante de la opinión pública.
Resulta indispensable hacer una "revolución interna" en el Partido Aprista que signifique una democratización integral e íntegra, que permita un urgente cambio en la conducción; para que sus dirigentes tengan la legalidad de su accionar; pero, sobre todo, la legitimidad de su mandato.
Los actuales dirigentes enquistados tienen que irse hasta por "vergüenza política". Ellos son los únicos o los principales responsables de la crónica de una "derrota electoral" anunciada.
*Sociólogo, comunicador, politólogo