OPINIÓN | Víctor López García: El peligro del comunismo
Algunos inocentes sostienen que no hay que preocuparse por el comunismo, pues dicen que ambos han muerto y no representan un peligro para nadie. Por supuesto, que eso no es así.
Por un lado, el comunismo como ideología o doctrina sigue aún vigente en un pequeño segmento de intelectuales y políticos. En algunos casos, los "puristas", que siguen el cuerpo de ideas creados por los fundadores (como Marx, Engels, Lenin, Stalin, Trotsky, Mao y demás); que sostienen que aún es posible su aplicación (aduciendo que el "socialismo realmente existente" y otras experiencias fueron tan solo una mala aplicación). En otros casos, están los "no puristas", que lo adoptan y lo adaptan a las nuevas realidades para darle vida y seguir sosteniendo tales principios reformulados (incidiendo que quienes gobernaron en su nombre lo hicieron mal). En ambos casos, no reconocen el fracaso absoluto del comunismo como teoría y menos el daño que le han hecho a la humanidad.
Por otro lado, los comunistas como agentes políticos, que aún existen de diversas formas y están presentes en la vida económica, social y política en el plano global. Integran los partidos ortodoxos, tienen posiciones extremistas, siguen con prácticas militaristas y apoyan a todos los movimientos armados del mundo, especialmente los terroristas. Han dejado de lado los símbolos históricos, han creado diversidad de entidades políticas, han ingresado a otras y, sobre todo, han fundado organizaciones no gubernamentales y están metidos en todos los medios de comunicación existentes en el planeta; de igual modo, han penetrado los organismos internacionales, sobre todo, aquellos referidos a los derechos humanos, políticos, civiles y jurídicos.
En la Europa Oriental, donde perpetraron por más de 70 años, el derrumbe del "socialismo realmente existente", mostró naciones más atrasadas que las del mundo en desarrollo. Igual ocurre en América Latina con Cuba, donde al cabo de casi 60 años, sigue siendo un país estancado en el tiempo; además de oprimido. Del mismo modo, desde hace 20 años en Venezuela, donde el "socialismo del siglo XXI" ha destruido al país más rico de la región, condenado a sus poblaciones al hambre y la miseria, y la obligada migración de millones de personas para poder sobrevivir.
Entonces, no se trata de ser anticomunista por las puras. Sino porque son un peligro para la humanidad. Y el Perú no está libre de caer en sus manos plenamente. Ya gobernaron antes con la dictadura militar de Velasco Alvarado. Han cogobernado con Paniagua, Toledo y Humala. También de algún modo con PPK. Y ahora influyen decisivamente con Vizcarra. Son ellos los que están detrás de las propuestas de tumbarse al Congreso y convocar a nuevas elecciones. Ocupan cargos al más alto nivel decisorio. Otros viven de las millonarias consultorías ministeriales. O están en medios de comunicación incidiendo. Todos trabajando para hacerse del poder absoluto. Ya sea en la alternativa moderada de Verónica. Ya sea en la posibilidad radical de Santos y otros. Ya sea en la alternativa extremista de Antauro. Al final, han descubierto desde hace algún tiempo que "el poder no solo nace del fusil"; sino que también "nace de las urnas".