OPINIÓN | Víctor López García: Juntos y revueltos
Es harta conocida y probada la complicidad ideológica y política de las izquierdas comunistas y caviares del mundo y de la región latinoamericana para apoyarse mutuamente en la "conquista del poder" a cualquier costo. La "vía armada" fue sustituida por la vía electoral". Se cambió botas por votos. El ánfora por el fusil. Y les dio resultados. De esa manera llegaron al poder a varios países, comenzando por Chile con Salvador Allende en 1972 hasta Lula en Brasil, Ortega en Nicaragua y Chávez y Maduro en Venezuela; entre otros. Por supuesto que aprendieron mejor que nadie a ganar procesos electorales utilizando, para conseguirlo, “todas las formas legales e ilegales”; como expresión de "todas las formas de lucha". Por eso, lograron reelegirse varias veces utilizando las “formas democráticas” comiciales que siempre denostaron como instrumentos de las “clases dominantes, del capitalismo y del imperialismo”.
Por eso, para los rojos de todos los pelajes, las elecciones son la voz. Así, han llegado en el Perú a la presidencia directamente con Ollanta Humala e indirectamente con Toledo, PPK y Vizcarra. Aunque igual, estuvieron en el gobierno con Fujimori y Paniagua, y hasta con Alan García. No solo para los criminales de Sendero; sino para todos los marxistas leninistas maoístas y demás "salvo el poder, todo es ilusión". O sea nunca lejos, sino cerca del manejo de la cosa pública. De esa manera viven bien e influyen decisivamente en las políticas públicas en el sentido de sus ideas. Siempre fue así en el país. Desde Prado, a quien denominaron el "Stalin peruano" hasta el gobierno militar de Velasco Alvarado que lo coparon plenamente (como viene ocurriendo con el actual).
Como lo demuestra la experiencia histórica internacional, regional y local, son regímenes criminales y corruptos, incapaces e ineficientes. El modelo del "socialismo realmente existente" que se aplicó en la ex Unión Soviética y en Europa Oriental fue catastrófico en los resultados negativos en todo orden de cosas. Economías centralistas, incompetentes, atrasadas. Sociedades silenciadas, digitadas, maltratadas. Regímenes dictatoriales, tiránicos, policiacos. Prohibieron y castigaron la imaginación y la creatividad. Perdieron la competencia con el capitalismo que logró sociedades libres y democráticas; con más equidad y justicia. Iguales fueron sus expresiones latinoamericanas como Cuba (hace 50 años) y Venezuela (hace 20 años) que son infiernos más que paraísos.
Y que los rojos y caviares del país quieren reproducir como sea con el relato de la "revolución".
Una muestra más de esta tentación totalitaria es que Vladimir Cerrón, gobernador regional de Junín y propietario del Partido Perú Libertario, acaba de estar junto con su "ejemplo a seguir" Maduro en un Encuentro Latinoamericano de Gobiernos Locales y Democracia Participativa donde despotricó del Grupo de Lima y apoyó incondicionalmente al genocida y narcotraficante régimen comunista que perpetra la Patria de Bolívar.
Preocupa, puesto que junto con Verónika Mendoza y Gregorio Santos están fraguando una alianza roja y caviar para hacerse del poder. O sea, para replicar en el Perú el fracasado modelo comunista socialista estatista que ha destruido Venezuela.