OPINIÓN | Víctor López García: de identidades y compromisos

El APRA nació como un partido de izquierda democrática identificado plenamente con los intereses populares de los trabajadores manuales e intelectuales que constituían el frente único de clases explotadas por el capitalismo y oprimidas por el imperialismo y sus regímenes títeres; y comprometida con la libertad del yugo dominante del Perú e Indoamérica de parte de los países hegemónicos que ejercían el control y manejo de las decisiones más estratégicas sobre el presente y futuro de la economía, la sociedad y la política.

De modo que para los apristas los conceptos de libertad y democracia siempre han estado en el ADN de la configuración ideológica y política de los militantes que se ha expresado siempre en la lucha sin tregua contra todas las dictaduras y tiranías del país y la región, cuyas causas de liberación siempre hemos apoyado; aún a costa de la salud y la vida de miles de compañeros que ofrendaron su vida por sus ideales de un Perú y una América Latina mejor en todo orden de cosas.

Por eso, podemos decir con orgullo que ningún partido en el país (y muy pocos en la región) pueden exhibir la fecunda tradición de combate continuo por las causas más nobles del ser humano y la humanidad; que es uno de los legados que el APRA le ha dado al país y a todos los peruanos, muchos de los cuales se olvidan que la historia es continua (y no estática) en una sucesión de acontecimientos que le han otorgado gran parte de la libertad y democracia que ahora tiene el país, y que no ha caído del cielo o es un regalo que alguien le ha ofrendado al Perú y a los ciudadanos.

A la inversa, todas las izquierdas marxistas y caviares (sin excepción) siempre avalaron, defendieron y colaboraron con los regímenes comunistas de Europa del Este, primero, representados por Moscú, luego al comunismo oriental expresado por China y el comunismo castrista de Cuba; países a los que viajaban para hacer turismo cultural, político y social; y que nunca criticaron en su entraña opresiva y criminal. Se hicieron los ciegos, sordos y mudos. Siguieron viviendo y conviviendo. Como lo hacen ahora, y desde hace 20 años, con el "socialismo del Siglo XXI" de Chávez y Maduro, que ha destrozado Venezuela totalmente, condenando al país más rico de la región a ser el más atrasado en todos los indicadores económicos, sociales y políticos. AL PUNTO QUE TODOS LOS EXPERTOS DICEN QUE COSTARÁ POR LO MENOS 20 AÑOS VOLVER A LEVANTAR EL PAÍS LLANERO.

De tal modo que los rojos y caviares del mundo y del país, fueron (de)formados siempre en favor de las dictaduras y opresiones y en contra de la democracia y la libertad. Como lo vienen demostrando en el caso de Venezuela, donde tratan de justificar de todas las formas el holocausto del pueblo de Bolívar y evitar criticar al criminal y corrupto gobierno que perpetra al país hermano.