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OPINIÓN | Víctor López García: Haya de la Torre, el Apra y la revolución

Haya de la Torre nos deja el testimonio de su conducta ética y moral en todas las etapas de su vida.
HAYA-DE-LA-TORRE
05-08-2019

El 2 de agosto se han cumplido 40 años desde que VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE partiera a la eternidad quedándose con nosotros, sin irse, para seguir siendo el ÚNICO JEFE que ha tenido el PARTIDO APRISTA. Nos ha dejado el ejemplo de su vida de lucha inagotable e inclaudicable por las causas más nobles de la humanidad, de los seres humanos y de los pueblos peruanos, indoamericanos y globales. Sufrió persecución, encierro y destierro, y se salvó varias veces de ser asesinado por las dictaduras y tiranías, por causa de sus ideas de transformación estructural de la economía y la sociedad, el Estado y la Gobernabilidad Democrática. Nos ha dejado el legado de sus ideas revolucionarias de cambio del país, de la región y del mundo, que las nuevas realidades de la globalización le dan la razón y le otorgan vigencia a su pensamiento.

Pero, además, HAYA DE LA TORRE nos deja el testimonio de su conducta ética y moral en todas las etapas de su vida fecunda en decisiones y acciones partidarias y políticas que marcaron su espacio y su tiempo como ninguno otro; para ser -sin duda- el MÁS DESTACADO PERSONAJE DEL SIGLO XX en el Perú. Ninguno otro como él ha dejado una huella indeleble en la historia del país en el combate intelectual y militante contra las clases dominantes, los imperialismos, y los regímenes totalitarios que asolaron la región. Ninguno como él ha creado una singular ideología de izquierda democrática y un partido de frente único de clases dotado tanto de historia, tradición y leyenda; como de bases teóricas y estructura orgánica; para emprender la tarea aún pendiente de hacer la TRANSFORMACIÓN DE PAN CON LIBERTAD.

Por ello, la mejor forma de recordar a VÍCTOR RAÚL es siendo consecuente con la herencia de sus ideales e ideas de justicia social, de identidad y compromiso con el país y con el pueblo, de combate por las causas más nobles de la humanidad y el mundo; de transformación económica, de cambio social y de modernización de la política. De comportamiento ético y moral en la vida pública y privada de líderes y dirigentes. De consecuencia en los alineamientos y realineamientos teniendo como eje la satisfacción de las necesidades básicas de la inmensa mayoría y el mejoramiento de la calidad de vida de la gente.

Precisamente, en la Feria Internacional del Libro se presentó el jueves, y se repitió el sábado el libro "LA DESMESURA REVOLUCIONARIA. CULTURA Y POLÍTICA EN LOS ORÍGENES DEL APRA", escrito por el historiador argentino MARTÍN BERGEL, que fuera comentado por académicos, como una muestra del fuerte atractivo que todavía tiene el "aprismo fundacional" para la academia, particularmente. Y, al mismo, tiempo exige y desafía que los propios apristas se preocupen más para producir estudios e investigaciones sobre la teoría y la acción aprista. Por supuesto, que merece felicitación y reconocimiento que sean otros, no nosotros, quienes estén analizando los contenidos y las formas de lo que ha sido y -también- será el Apra de cara al Bicentenario (y al post) de la Independencia.