25/02/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Los regímenes comunistas siempre han cometido crímenes de lesa humanidad. Mucho más que los gobiernos fascistas. Maduro, ahora, y, antes, Chávez no son la excepción. Pero lo ocurrido ayer en la frontera colombo venezolana no tiene nombre. Por el poder de la violencia combinada de las fuerzas armadas, policiales, colectivos paramilitares y demás aparatos delincuenciales (que han creado para someter al pueblo llanero) se ha impedido el ingreso de la ayuda humanitaria que tanto necesitan los cientos de miles de hambrientos y enfermos condenados a tal situación por el criminal y corrupto totalitarismo que ha impuesto desde hace más de 20 años el fracasado "socialismo del Siglo XXI".
Está más que comprobada la imperiosa necesidad de alimentos y medicinas que requiere la población llanera. La dictadura ha destruido las empresas privadas que producían o importaban los bienes que demanda la gente. Hay carencia de productos y casi todo lo poco que existe se importa, pero ya no hay divisas suficientes para seguir haciéndolo. Además, le deben a casi todas las empresas proveedoras y nadie les quiere vender. Por otro lado, pocos pueden comprar por la gigantesca hiperinflación que es la más alta del mundo. Por ello, la masiva migración de millones de personas en un éxodo nunca antes conocido en la historia de América Latina y el Caribe.
Esta realidad es inocultable puesto que todo el mundo sabe que el régimen comunista que oprime a Venezuela es criminal, corrupto y, además, ineficiente, pues ha quebrado al país más rico de la región. Los narcotraficantes y ladrones que se han enquistado en el poder van a seguir matando de hambre y de enfermedades a la población venezolana y la única y definitiva solución es la inmediata salida de las mafias político militares que rigen el gobierno pues cada día que pasa la situación económica, social y política del país se agrava en términos de insatisfacción de necesidades básicas y de empeoramiento de la calidad de vida.
En tanto los comunistas sigan usurpando el poder, una solución de emergencia es la ayuda humanitaria para paliar la situación de los segmentos más carenciados que se encuentran debidamente identificados y focalizados. Sin embargo, la violenta oposición criminal del chavismo gobernante, al ingreso de las medicinas y alimentos que tanto requieren enfermos y hambrientos que se están muriendo de a pocos en Venezuela, constituye, según la legislación internacional, un crimen de lesa humanidad.
Cada vez resulta más evidente que los comunistas en el poder no se van a ir por su propia cuenta. Saben bien que les espera la cárcel por criminales y corruptos. En tanto, la población tiene que migrar para no morirse o que los maten por oponerse.
Por lo expuesto, las alternativas se han reducido a tales extremos que se justifica cualquier alternativa que detenga la muerte y el éxodo de tanta gente inocente.