OPINIÓN | Víctor López García: 89 aniversario del Partido Aprista Peruano
El 20 de septiembre de 1930 se funda en Lima el Partido Aprista como la Sección Peruana de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), fundada en México en 1924 por Víctor Raúl Haya de la Torre, en su exilio fecundo promoviendo la lucha de los pueblos latinoamericanos por la libertad, la democracia y la justicia social, conociendo en directo las experiencias de la Revolución Mexicana, la Revolución Rusa y la Revolución de los Países Nórdicos.
El Partido Aprista desde su génesis fue una organización con una ideología revolucionaria de transformación estructural favorable y positiva para el país y la población; con una línea política de izquierda democrática; con una propuesta programática de desarrollo económico, cambio social y modernización gubernamental y política; con una estructura de trabajadores manuales e intelectuales; y con una dirección legitimada de líderes y dirigentes lúcidos y coherentes, eficientes y transparentes.
El Partido Aprista es la organización política que más ha luchado en el país por defender los intereses nacionales y las demandas populares desde las trincheras legítimas de las movilizaciones y la calle, incluyendo las insurrecciones y la insurgencia popular; con el costo de miles de muertos, presos y deportados. Incluso, durante la década del horror del terrorismo comunista de Sendero Luminoso asesinaron a más de 1,200 militantes del APRA.
Pero también el partido del pueblo es el que más logros consiguió para el país y para la gente desde la legalidad del Parlamento y del Gobierno con leyes y políticas públicas que contribuyeron decisivamente para la satisfacción de las necesidades básicas de las (entonces) mayorías de menores ingresos y el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Precisamente, por su propia identidad de ser de izquierda antiimperialista, no comunista, ni socialista, es que siempre confrontó con las otras izquierdas marxistas leninistas maoístas totalitarias, desde las extremistas y radicales hasta las melifluas y caviares, por obtener y tener la representación y posición del pueblo.
Pero también por los mismos compromisos de defensa de los intereses populares y las demandas populares, el APRA también se enfrentó a las clases dominantes de las derechas y los imperialismos; defendiendo las aspiraciones populares y las expectativas nacionales. En suma, los apristas combatieron por igual contra las dictaduras y tiranías de derecha y de izquierda que asolaron el Perú y América Latina.
El partido del pueblo tiene pendiente desde hace tiempo un tema ideológico político programático y de conducción que resolver. Sin embargo, ha sido Gobierno en dos oportunidades a través de Alan García. Estuvo y sigue en crisis que tendrá que procesar y superar. Está at portas un Congreso que exige seriedad, serenidad y responsabilidad de sus líderes y dirigentes principalmente. La militancia y el país exigen cambio de rostros y de rastros. Nuevos cuadros en la conducción y representación. Nuevas ideas en la respuesta y en la propuesta.
Seamos orgullosos de ser apristas. Seamos dignos herederos de HAYA DE LA TORRE y de los fundadores del aprismo. El único partido con historia, tradición y leyenda. Y con ideas y propuestas lúcidas y coherentes.