11/01/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Una de las pocas obligaciones que tiene este gobierno de transición es garantizar la realización de elecciones limpias. Hasta ahora ambos aspectos están en cuestión. Hay quienes perciben visos de opacidad, comenzando por el propio presidente que también es candidato y que con su partido morado aliado a los rojos y caviares siguen copando y utilizando el Estado, manejando recursos, haciendo proselitismo y financiando medios promotores de campañas a sus intereses políticos, programáticos y económicos. Algunos creen que es posible una postergación amañada, aduciendo el probable agravamiento de la pandemia y la inexistencia de condiciones sanitarias para votar. Ya lo dijo el jefe de la ONPE, trabajará al son del MINSA.
Hasta ahora, todo indica que hay dos grandes vectores electorales. Uno, predominante, organizado, apertrechado, con muchos recursos internacionales y locales, integrado por varias ONG, y con poder efectivo de manejo estatal, que tiene alineada a las instituciones públicas. Es el consorcio ideológico, político, programático, partidario y gubernamental rojo, morado y caviar, que auspicia varias listas que son consonantes a sus intereses y posiciones, encabezadas por Forsyth, Salaverry, Verónica y Arana, principalmente; en las que postulan al Congreso figuras conocidas de las izquierdas comunistas.
Otro, declinante, desorganizado, sin armamento, con escasos recursos (a pesar de ser algunas expresiones de derechas), no solo sin ningún apoyo público, sino con el Estado en contra. Es el espectro ideológico, político, programático y partidario que adversa la ineficiencia y corrupción criminal del mandatario anterior y de su actual continuación; y que tiene como denominador común ser anticomunistas, por tanto, enemigos de rojos, caviares y morados, que se han entronizado en el poder estatal y que quieren conservarlo a como dé lugar. Keiko, De Soto, López Aliaga. Sospechosamente se están bajando candidaturas antagónicas como el APRA, PERÚ NACIÓN, APP, TPP y probablemente otras como FP y UPP, para limpiar el camino.
Hace tiempo que los diversos marxismos descubrieron que el poder también nace de las urnas, por tanto, ahora llegan al gobierno a través de las elecciones que han aprendido a ganar, en forma directa o indirecta, sin y con fraude, como lo han conseguido en otros países como Venezuela, que han destrozado. O también subiéndose al coche de los ganadores, como en el Perú, donde vienen gobernando desde hace dos décadas con todos los presidentes que ha tenido el país, ocupando cargos públicos. Sin asumir costos ni pasivos.
Los marxistas comunistas rojos, caviares y morados son los responsables de la ineficiente y corrupta criminal gestión de Vizcarra que apoyaron y protegieron, y que ahora continúa Sagasti, puesto en la presidencia por la misma (o peor) lógica con que sacaron a Merino.
Por supuesto, con el apoyo militante de medios de comunicación y periodistas gobiernistas.
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