OPINIÓN | Roberto Rodríguez Rabanal: “Vamos a acabar (con los ministros) uno por uno”
Así se expresó el congresista Montoya, poco después de que el gabinete Bellido recibiera el voto de confianza. Poco o nada importa a “Renovación Popular” que el gabinete haya recibido el apoyo de 73 parlamentarios, a quienes en la práctica desprecia. De la mano con sus socios fujimoristas y de “Avanza País”, continúa con su plan golpista, cuyo objetivo real no es tal o cual ministro ni el premier, sino el presidente Castillo.
La derecha recurre al amedrentamiento, atacando el local de Acción Popular o agrediendo en la puerta de la casa del ministro de Justicia, tal como lo hicieron antes con el presidente del JNE. También lanza una manipuladora campaña de deslegitimación del gobierno, recurriendo al “miente, miente que algo quedará”, similar a lo que hacía Goebbels en la Alemania de los nazis y Montesinos en la década del 90 en nuestro país. Estas funestas acciones incluyen el terrorismo económico: especulación de precios de productos básicos, hacer creer que se expropiarán bodegas y casas, etc.
Persiste el plan golpista fujimontesinista, el que no es concebido como sacar a los tanques a las calles ni que una turba asalte Palacio, sino que consiste en arremeter permanentemente contra el gobierno utilizando cualquier tipo de medio, teniendo al Congreso como la punta de lanza, aunque el hecho que AP, APP, Podemos y Somos Perú se hayan sumado al voto de confianza, complica el intento de acelerar las embestidas.
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Quienes ponen por delante sus intereses particulares niegan que fueron administradas 18 millones 500 mil dosis y que 8 millones de personas recibieron las dos vacunas; dicen que es “mentira” que se vaya a otorgar un bono que favorecerá a 14 millones de personas para luego, al ser desenmascarados, aseverar que es “populismo”, a fin de descalificar lo que se va a poner en marcha desde la próxima semana.
Los golpistas pensaron que iba a ser fácil derrocar al gobierno y, al constatar que no es así, extienden el “terruqueo” a AP y APP. Siendo esta la situación, corresponde al presidente tomar la iniciativa por la democracia y la gobernabilidad, ampliando la convocatoria ciudadana a todos aquellos que anhelan cambios y rechazan el golpe derechista, en el marco de lo trazado en el Acuerdo Nacional.
Es menester la prevención ante la posible “tercera ola”, crear programas de empleo temporal y viabilizar el apoyo al crédito barato incorporando alternativas desde el Banco de la Nación y las Cajas Municipales. Redoblar el combate antievasión y elusión tributaria, aplicar impuesto a las sobreganancias mineras ante el incremento de precios de los metales, aumentando los recursos para financiar la educación y salud pública, irrigaciones, seguridad alimentaria y carreteras. No podemos quedarnos con los brazos cruzados cuando es bajísimo lo recaudado por impuesto a la renta y con una presión tributaria de apenas el 15.5% del PBI, siendo 22% el promedio latinoamericano. ¡Acción ahora!
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