OPINIÓN | Roberto Rodríguez Rabanal: los colegios profesionales y el aporte de los sociólogos
Los colegios profesionales son instituciones autónomas con personalidad de derecho público, establece la Constitución Política del Perú en su artículo 20. Son creados por Ley y en la actualidad existen 35, integrados en el Consejo Nacional de Decanos de los Colegios Profesionales del Perú (CDCP), institución que tuve el honor de presidir en dos ocasiones, vía elección democrática, entre el 2016 y el 2018.
Los colegios profesionales que cuentan con el mayor número de integrantes son los de Ingenieros, Abogados, Médicos, Enfermeros y Contadores, aunado al de Profesores; y durante las últimas dos décadas los presidentes del CDCP pertenecieron en su mayoría a las mencionadas disciplinas.
El Colegio de Sociólogos del Perú es relativamente joven, pues recién en 1994 fue elegida la primera Junta Directiva Nacional, liderada por el destacado profesional y estadista Henry Pease. Le sucedieron, cada dos años, Sinesio López, Nicolás Lynch, César Germaná, Narda Henríquez, Gonzalo Portocarrero, Custodio Arias, Pedro Pablo Ccopa y yo, durante dos periodos (2015-2017; y el que está por culminar).
En este proceso, las y los sociólogos hemos estado presentes en la lucha democrática contra el autoritarismo de la década del 90, y, claro está, afirmando una posición muy firme de rechazo a todo tipo de terrorismo.
La activa presencia en la cátedra universitaria y en las organizaciones no gubernamentales de desarrollo durante los primeros años ha dado paso a la participación dinámica en el ejercicio profesional, tanto en el sector público como en el privado, que actualmente es predominante; manteniendo vigente lo referido a la investigación y, claro está, en cuanto al pensamiento crítico, interactuando los distintos movimientos sociales de nuestro Perú diverso; que forma parte de la construcción de una nueva hegemonía cultural que integre las aspiraciones e intereses de un vasto bloque nacional patriótico y ciudadano.
A partir de una visión integral y actuando con integridad para contribuir a la integración de las diferentes profesiones mediante un enfoque transdisciplinario y una práctica interdisciplinaria, desde la Sociología aportamos al fortalecimiento de las instituciones y también a desenvolvernos como actor social; lo que en la última etapa se ha expresado en la permanente lucha anticorrupción y por más reformas con más derechos.
Armonizando experiencia e innovación, rumbo al Bicentenario, La imaginación sociológica, título de un conocido libro de Wright Mills ha sido una constante durante todos estos años, factor fundamental para ganar el liderazgo a nivel de los colegios profesionales y articular un creativo trabajo en equipo para ubicarnos con iniciativa en la agenda pública nacional, cuya proyección requiere un sólido sustento en los Objetivos del Desarrollo Sostenible al 2030 y en las políticas de Estado del Acuerdo Nacional; a fin de edificar una auténtica República de ciudadanos con justicia y libertad, sin violencia ni corrupción.