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OPINIÓN | Roberto Rodríguez Rabanal: 28 de julio, fiesta de la patria: la inmensa mayoría está feliz

Este año el plato de fondo fue el recorte del mandato presidencial y congresal con el consiguiente adelanto de las elecciones generales para el 2020.

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30/07/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023

En medio de la gran alegría por las medallas de oro, plata y bronce ganadas por nuestros deportistas en los Juegos Panamericanos Lima 2019, lo planteado en el mensaje presidencial del 28 de julio está marcando la agenda nacional, al igual que el año pasado.

El 2018 fue la propuesta de las primeras cuatro reformas y el anuncio del referéndum, sintonizando con las movilizaciones ciudadanas en rechazo a la corrupción de la organización criminal de los 'Cuellos Blancos del Puerto' y al nefasto rol de los congresistas. El resultado del 9 de diciembre, coincidiendo con la conmemoración de la batalla de Ayacucho, fue contundente.

Este año el plato de fondo fue el recorte del mandato presidencial y congresal con el consiguiente adelanto de las elecciones generales para el 2020. La propuesta es constitucional, diferente al autogolpe de Fujimori del 5 de abril de 1992 y, obviamente, no es un golpe de Estado. El primer paso es la presentación formal del proyecto de ley al Congreso de la República y la ciudadanía espera sea aprobado en el mes de agosto.

Es una salida a la crisis política y moral; a la inestabilidad causada principalmente por la corrupción; y a la pérdida total de legitimidad estatal, sobre todo, del Congreso de la República, el que se ha autodisuelto moralmente y carece de propósito de enmienda.

Es una oportunidad democrática para que el pueblo sea realmente el soberano, lo que se expresará en el referéndum de ratificación de la reforma constitucional, para lo cual resulta necesario la más amplia información, debate y reflexión en los diversos espacios ciudadanos, con la indispensable participación activa de hombres y mujeres; tal como lo plantea el Comité Ciudadano por el Perú recientemente formado.

El camino a seguir demanda compromiso para transitar de la indignación a la acción en la lucha anticorrupción, por más derechos para los trabajadores (alertando sobre los recortes contenidos en el DS 345-2018-EF) y la ciudadanía en general; para que las reformas judicial y política no se queden en el papel. Construyendo la más amplia y sólida unidad ciudadana, en base a nuestros principios y valores y desterrando cualquier tipo de dogmatismo, lo podremos lograr.

La tarea no es fácil, pues quienes tienen capturado el poder desde el siglo XIX, heredando el pensamiento colonial, ahora dizque modernizado, se van a aferrar a sus cargos, por más que lo nieguen hipócritamente. Dicen que se van a atrincherar en el hediondo Congreso, abanderados por sus directivos, entre ellos el representante de la Confiep que se expresa peyorativamente de mujeres, pueblos indígenas y trabajadores de nuestro Perú diverso.

La reforma constitucional de adelanto de elecciones y para que se vayan todos los corruptos y el referéndum para que la gente decida, merece nuestro apoyo. Al mismo tiempo es prioritaria una nueva Ley de Minería en base a un acondicionamiento territorial adecuado, con una clara zonificación económica y ecológica que facilite la diversificación productiva; una efectiva reforma tributaria para que las grandes empresas paguen lo que les corresponde, incluyendo los más de 15 mil millones de soles que adeudan; hacer realidad el anuncio presidencial de que la agricultura sea el motor del desarrollo; incrementar la inversión pública y privada respetando nuestra soberanía y promoviendo créditos al alcance de los pequeños productores; y cambiar la matriz energética, masificando el uso del gas.

Tenemos una nueva oportunidad para edificar una auténtica República de ciudadanos en tanto organicemos con mente abierta el poder ciudadano. La inmensa mayoría de peruanos estamos felices por el anuncio presidencial y esperamos que los pocos que están tristes, los que ejercen el poder económico y político, se esfuercen por conocer lo que significa el honor y se retiren sin hacer más daño a nuestro Perú.

Un nuevo gobierno y un nuevo Congreso deben ser elegidos con nuevas reglas orientadas a institucionalizar, democratizar, renovar y transparentar a los partidos y candidatos que postulen el 2020. Seamos exigentes para que al llegar al bicentenario la patria nos pertenezca plenamente.