OPINIÓN | Roberto Rodríguez: Evitemos la pandemia del hambre y del desempleo
Se multiplican las demandas de las personas para volver a su terruño, evidenciando el posible tránsito de la pandemia del coronavirus a la del hambre
y el desempleo. Más allá del esfuerzo gubernamental aún hay millones de compatriotas que no han recibido ningún tipo de ayuda estatal.
Un reciente estudio de Rolando Arellano (en Lima-Trujillo-Arequipa-Huancayo) revela que el 51% se ha quedado sin ingresos, principalmente los independientes.
El 39% de las familias perdió todos sus ingresos y el 53% los redujo. El 54% de los trabajadores dependientes perdieron su trabajo. La educación será una de las más perjudicadas.
Ya lo estaba desde 1985 y ahora el nivel seguirá bajando, acentuándose la brecha urbanorural, más allá de las tablets a distribuirse. Habrá un éxodo de estudiantes de colegios privados a escuelas públicas, pues los padres de familia no podrán pagar las pensiones y los promotores anuncian una ridícula disminución (5-10%).
Si bien las decisiones del Gobierno revelan voluntad de solucionar los problemas, operacionalmente hay serias deficiencias (padrón MIDIS con 16 mil fallecidos, 411 municipalidades aún no ejecutan el presupuesto para las canastas alimenticias, lentitud en gobiernos regionales); y hay supeditación a la KONFIEP (“suspensión perfecta” de labores=a la calle); no promulgación de ley de retiro del 25% de las AFP; negativa a aplicar el bono universal, etc.).
Y, como lo reconoció el presidente Vizcarra, actos de corrupción en los tres niveles de gobierno; simultáneamente, en el Poder Judicial se “cocina” la liberación de “peces gordos” (fechorías de Odebrecht y “cuellos blancos”). Es hora de decisiones, anteponiendo la salud y la vida a las ganancias de la oligarquía del siglo 21, siendo las principales:
1. Bono universal de mil soles, con las excepciones correspondientes.
2. Impuesto extraordinario a las grandes fortunas.
3. Derogatoria del D.U. sobre la arbitraria “suspensión perfecta”. 4. Aprobación de la Ley del retiro del 25% de las AFP. 5. Bono agrario que llegue a todos los campesinos.
6. Programa “Reactiva Perú” para Mypes y no para los 4 grandes bancos.
7. Repatriación de capitales de grandes empresas.
8. Suspensión temporal del pago de servicios básicos.
9. Sanción ejemplar a los corruptos que lucran traficando con las necesidades humanas.
10. Castigo a asesinos y agresores sexuales, sobre todo de niños-niñas-adolescentes- mujeres.
11. Facilidades para la continuidad de la función educativa pública y privada. Quedémonos en casa, conscientes que se avecina un cambio sustantivo.
Con García Márquez asumamos que “los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbra, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez”.