OPINIÓN | Raúl Díaz: Necesitamos un CADE emprendedor
Esta última edición de la Conferencia Anual De Empresarios (CADE), realizada en la explanada del exclusivo hotel Double Tree en Paracas, Ica, tuvo como hilo central el tema: “Perú: una economía de mercado para todos”, y en el pleno del debate, la Fiscalía allanaba las oficinas de la CONFIEP, desplazando tema principal a un segundo plano.
No hay que olvidar que todavía están frescas las declaraciones de Dionisio Romero Paoletti, quien sin rubor alguno, confesó ante el fiscal de turno que “donó” la suma de US$ 3,6 millones en efectivo a la lideresa Keiko Fujimori, del partido Fuerza Popular. También se sabe que otros miembros de la CONFIEP, realizaron en este tipo de “donativos” a partidos políticos en etapa electoral.
Toda esta coyuntura deslució el principal encuentro anual del gremio empresarial y opacó el tema central del debate y una vez más el gran empresariado perdió su oportunidad de oro, para idear las líneas matrices que hagan posible que los sectores más excluidos del país se beneficien con una economía de mercado.
Los denominados sectores informales son los grandes excluidos de esta tribuna de discusión y propuesta que es la CADE. Por estadísticas del INEI, sabemos que el 70% de los peruanos vive y desenvuelve económicamente en la informalidad. Hay un Perú formal que convive con el Perú informal que es el Perú pujante y emprendedor.
Estas dos realidades, sin embargo, coexisten de manera natural en nuestro Perú. Han sabido adaptarse y desarrollar por parte de los informales una microeconomía que funciona y que participa activamente en este “otro” Perú, que es del sector emprendedor y provinciano y que en Lima ha hecho de los CONOS su centro de desarrollo.
Este “otro” Perú necesita otro CADE. Se requiere entonces de un espacio de reunión y reflexión que verdaderamente represente a este Perú emprendedor, del ambulante, del micro y pequeño empresario que quiere ser escuchado en un foro en el cual se discuta su problemática y se planteen alternativas de solución. Este CADE “informal” sería mucho más real y debe servir para idear una economía de mercado más inclusiva para todos los peruanos.
Como alcalde del distrito de Comas y como provinciano que soy, me pongo a disposición de los emprendedores a dar mi tiempo y esfuerzo para reducir el costo de la informalidad y en liderar una cruzada para planificar y organizar junto con otros gobiernos locales y organizaciones un CADE de Emprendedores y así contribuir al desarrollo del Perú.