Columnistas

OPINIÓN | Pedro Paredes: se fue Villanueva

Se fue Villanueva y no me di cuenta, porque su presencia no sumó a favor del país.
Villanueva-César
11-03-2019

Se fue Villanueva y el presidente Martín Vizcarra perdió a uno de sus principales alfiles en su lucha constante por tener bajo control al Congreso, convertido tantas veces en una jauría dispuesta a devorarle hasta los zapatos.

Se fue Villanueva en el momento menos indicado. Cuando debió sostener al jefe de Estado tras el bajón en su popularidad, prefirió dar un paso al costado. Lejos de ser su brazo derecho en momentos de apuro político, frente a una oposición que celebra cada punto perdido y le refriega en la cara cada desacierto o meta incumplida, se arranchó el fajín y dijo «me voy».

Se fue Villanueva y con él las buenas intenciones de un gobierno carente de un norte claro en su lucha contra la corrupción, de cara al Bicentenario. El periodo del sanmartinense estuvo marcado por un gabinete articulado frente a las cámaras y flashes, pero terriblemente descalabrado ante la realidad.

Se fue Villanueva y con él los anuncios y las promesas presidenciales sin cumplir, como tener un Perú renacido y recuperado en su moral e integridad, hasta que salió el contrato de Conirsa y los entuertos del 'Club de la Construcción', que pusieron cuesta abajo la buena imagen que este gobierno se había ganado a punta de discursos.

Se fue Villanueva, líder de un gabinete lleno de buenas intenciones y pésimas acciones. Vizcarra tendrá sus motivos para haberlo mantenido tanto tiempo en el cargo, quizá para tener un tubo de escape ante los grotescos errores de su gobierno. Alguien que le sirva como cable a tierra para cargarle parte de la culpa y luego lavarse las manos anunciando una recomposición ministerial con la inclusión de más mujeres.

Se fue Villanueva. Su salida me preocupa, porque existe el gran riesgo de tener a un sucesor peor que él, capaz de superarlo en su incapacidad de reconstruir el norte golpeado hace dos años por El Niño costero; ahora, pues, tendrán que atender las regiones devastadas por huaicos y desbordes. Sin contar los 60 mil colegios que en mayo de 2018 el gobierno dijo que reconstruirán, o los mil que este año se prometió inaugurar.

Se fue Villanueva y no me di cuenta, porque su presencia no sumó a favor del país. No se puede extrañar a quien no tuvo la sagacidad e inteligencia para liderar la lucha contra la violencia social en general, habiendo tantos documentos y planes impresos en papeles que ahora solo sirven para reciclar.

Se fue Villanueva y su salida, aunque tardía, le hace bien al Perú.