OPINIÓN | Nicolás Lúcar: Y ahora, ¿por quién votamos?
Aunque la mayoría de los señores y señoras congresistas no terminan de asumirlo, su ciclo terminó y están jugando, en términos deportivos, los descuentos.
El Congreso será reemplazado un año antes de culminar su mandato y, en el mismo proceso, tendremos que elegir un nuevo presidente.
Pretender impedir que esto ocurra es como tratar de detener la rueda de la historia.
El reto que enfrentamos los peruanos es complejo.
Tendremos que ir a elecciones adelantadas sin poder aplicar nuevas reglas de juego.
No tendremos la reforma política que deberíamos tener, y por lo mismo la exigencia a la conciencia ciudadana será mayor.
Hay, sin embargo, algunas cosas que ocurrirán seguramente en las elecciones adelantadas.
El Apra y el PPC no tendrán un solo congresista a menos que ocurra un milagro.
El fujimorismo pasará a su realidad que, en el mejor de los casos, lo llevará a la mitad de lo que es hoy en el Congreso. Solo Kenji podría salvarlos de la debacle y convertirse en su candidato, pero para ello el favorito de Alberto tendría que renunciar a sus convicciones y pasarse a las filas de “con mis hijos no te metas” o Fuerza Popular debería rendirse al discurso más tolerante de Kenji. Francamente es difícil imaginar que una de estas dos cosas ocurra.
Antauro Humala no podrá ser candidato porque así consiga la libertad anticipada por beneficios penitenciarios, su sentencia recién se cumplirá en noviembre de 2020 y por lo mismo estará inhabilitado para postular. Y, valgan verdades, una cosa es el Frente Patriótico con Antauro y otra sin él. A menos que logren conglomerar una alianza basada en los liderazgos regionales del sur y se coman todo el voto de una izquierda que parece, una vez más, condenada a ir dividida a la elección.
Es escándalo que envuelve a Susana Villarán y la duda sobre si su letra está o no está en las agendas de Nadine Heredia le harán el camino difícil a Verónika Mendoza, más aún si es una de dos o tres candidatos de izquierda, Marco Arana y Jorge Nieto incluidos.
Acción Popular, que sueña con que este sea su tercer momento histórico, deberá resolver antes la crisis de identidad que vive. Entre el neoliberalismo de Raúl Diez Canseco y el radicalismo de Mesías Guevara, con Jorge Muñoz entrando por lo palos y Alfredo Barnechea queriendo volver, el partido de la lampa no solo debe decidir qué candidato llevar sino qué pretenden.
Julio Guzmán va a tratar de sacar provecho de este desmadre y convertirse en la opción de seguir haciendo lo mismo, pero con nueva gente; la interrogante es si en el clima de polarización extremo que vivimos, donde la gente quiere cambios, eso funcione.
César Acuña volverá a ser candidato con su plata como cancha y, por supuesto, habrá sorpresas. Phillip Butters podría proponerse como el Bolsonaro peruano y Andrés Hurtado no bromea cuando dice que él también estará en la jugada.
Creo que me quedo corto en el recuento, pero igual vale la pregunta hasta donde vamos: ¿tiene usted idea de por quién votaría en las elecciones adelantadas?