OPINIÓN | Miguel Humberto Aguirre: "Los bomberos un orgullo"
La comunidad cree en los bomberos.
Todos los vecinos quieren a los hombres de rojo, como los llaman algunos. Nacieron hace 2000 años.
Perú, Chile, Ecuador, Argentina y Paraguay. No ganan sueldo.
Son voluntarios.
El afecto a ellos, por estos días, aumenta con “Chicago PD” o “Chicago en Llamas” donde, diariamente vivimos, junto a Matt Casey, Taylor Kinney, o Mónica Raymond la vida y la historia de la bomba 51, y momentos en el “Bar Molly” con todo el entusiasmo de Brin “Ottis”.
La historia televisiva, cada día, va reafirmando lo que la gente siente por ellos que, cada día fueron ganando nuevas responsabilidades: antes, en el pasado, era solo dominar incendios. Hoy van en busca de enfermos. Colaboran en accidentes en la vía pública, atendiendo y trasladando heridos. No faltan cuando alguien, increíble, los llama porque su gato se subió a un árbol. Van a todas. Ellos lo consideran su responsabilidad.
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Uno de esos días Los voluntarios de la 28 vivieron un momento amargo, al presentarse con una persona herida, en una clínica limeña. Como respuestas recibieron la negativa de prestar servicios.
Frente a un enfermo, a un herido, lo buscado es vida, y te piden papeles nombrándote el abecedario completo en siglas, no necesarias en ese momento. Al final nunca tienes cabida en su protocolo. Eso les pasó a los bomberos de la 51, pero ellos, responsables de la situación del accidentado, insistieron. Mostraron a los vestidos de blanco la necesidad del momento y fueron atendidos.
Debe existir una disposición obligatoria, de las autoridades para estos casos, y se deben brindar los servicios necesarios y oportunos.
Quien levanta la mano y nos cuenta que ya se tomó la determinación. Será el momento para poner las sirenas, de todas las compañías de bomberos, en el aire. Nos avisan.
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