OPINIÓN | Miguel Humberto Aguirre: "Cuando la muerte cayó del cielo"
Era un 11 de septiembre como hoy.
Un 11 de septiembre del año 2001.
Cada país vivía sus actividades de acuerdo a sus horarios. Por estos lados de América, en muchos hogares los niños terminaban sus desayunos y salían a sus colegios cuando, las emisoras radiales, y los canales, suspendieron sus informativos y mostraron aviones de empresas comerciales estrellándose con los diez pisos del World Trade Center o también el edificio del Pentágono. Primeros vuelos secuestrados el 11 American Airlines y el 175 de United Airlines, y también los vuelos 77 de American Airlines y 91 de United Airlines.
Inmediatamente surgieron los análisis y, mientras para algunos era un atentado terrorista, para otros un kamikaze -ataque suicida-, o un asesinato masivo, como lo llamaron. Muchos lo consideraron también, piratería aérea.
Los calificativos, para el acontecimiento, no se restaron. No faltaron mientras, aún, no aparecen veinticuatro victimas incluyendo a diecinueve de los señalados, como culpables.
La lista de heridos, de aquella mañana del 11 de septiembre del 2001, indica veinticinco mil heridos y, como culpables, nombres inolvidables por su vehemencia, por su ímpetu, como Osama bin Laden, Al-Qaeda y Ayman al-Zawahiri, señalados como “los intelectuales” de este suceso con impacto en todo el mundo.
El yahidismo, no estuvo marginado y se vivieron cuarenta y dos minutos de Guerra Santa sacudiendo la tranquilidad del mundo.
Han pasado veinte años. El recuerdo está presente. Cuando la muerte viene del cielo todo se hace inolvidable. Fue un día como hoy.
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