OPINIÓN | Miguel Humberto Aguirre: "Coronavirus y los mitos"
Desde el anuncio de su presencia ha pasado más de un año. Exactamente 1 año 4 meses y 11 días. Para muchos, fecha de partida de la pandemia presente hoy, en todo el mundo.
Nació la pandemia y surgieron “los médicos de acequia”. Los “doctores bamba”. Cada uno con una nueva salvación y nos llenamos de mitos, aún vigentes, y creído por muchos. Tal vez demasiados.
Difícil será, por ejemplo, olvidar a un “sabio” asegurando, como un camino a seguir, bañarse en agua caliente. Más falso que las afirmaciones de Judas. El agua caliente, para bañarse no proporciona la más mínima protección. El afectado podrá quedar más limpio, pero jamás sin el virus.
El agua, donde no es mito, es al lavarnos las manos con frecuencia, y con jabón, cuando nos piden, médicos, enfermeras, paramédicos o intensivistas. Esa recomendación jamás se puede olvidar.
Otra “salvación”, lanzada por un “conocedor” del tema, fue el uso de luz ultravioleta proporcionado por una lámpara. También la recomendaban para esterilizar las manos. En alguna piel, muchas veces, produce irritaciones. El virus sigue vivo.
Y recuerdan a quienes la negaron y era “solo una fiebrecita. Nunca se pudo confirmar a los mosquitos como los encargados de llevar y traer el virus. Los médicos hablan de un virus respiratorio y, por eso la tos lo transmite. También los estornudos que emiten gotas por boca y nariz. Allí es cuando debemos seguir aplicando el distanciamiento social, y no separase jamás de la mascarilla y el protector facial. No faltaron quienes señalaron, a la mascarilla, como peligrosa por una posible intoxicación. Nunca se comprobó, con certeza, la realidad de esto.
Las estaciones del año, el frío y el calor, fueron recomendaciones trasformadas en mitos y recomendadas por los “sabios”.
La vacuna será, y es, la única salvación.
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