26/07/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Siempre ha estado y estará en debate no solamente entre los juristas, sino en toda la sociedad que sufre las consecuencias de cómo y quiénes son los encargados de administrar justicia en nuestro país, por lo que es evidente examinar y tener en cuenta las condiciones intelectuales, moral y méritos suficientes que deben reunir los jueces y fiscales, así como el procedimiento para su elección y nombramiento, y ha sido el gran problema que ha existido en toda la época republicana, pero ningún gobierno ha emprendido una verdadera reforma, pues siempre ha existido la intervención de algunos políticos y lógicamente nunca se ha conseguido nada.
En principio cabe preguntar, ¿hubo alguna vez reforma judicial? Sobre esta interrogante que desde el año 1928 se pretendieron trece tentativas de reformas en el sistema de justicia, pero todas ellas fracasaron, porque solamente se limitaron a ceses, no ratificaciones, destituciones de algunos de sus integrantes, a fin de que el gobierno de turno designe a los de su entorno, y el fracaso se presenta, porque nunca han tenido planes o proyectos; y cuando ha existido los “políticos” lo han bloqueado.
Lo sucedido en los últimos meses es una clara demostración de que hasta el momento ha fracasado, simple y llanamente por su improvisación; hace más de un año que no existe Consejo Nacional de la Magistratura y el Ejecutivo consideró que la mejor manera de mejorar el sistema de justicia es cambiando de nombre y composición de los integrantes de la misma, dejando de lado a los Colegio de Abogados y Profesionales, que son los conocedores de la realidad judicial, porque debemos velar por la autonomía e independencia de los fiscales y jueces, respectivamente.
El problema no ha sido de los encargados de elegir y nombrar, sino de hombre como hemos comprobado y ello no puede servir de argumento para que los integrantes de dichos colegios no la integren, pues durante años no han existido problemas para elegir, nombrar jueces y fiscales; lo que en realidad debe tenerse en cuenta es el mérito y ética de los nuevos jueces, mejoremos los requisitos para su designación, es decir, que sean los más idóneos y, sobre todo, que los integrantes de la nueva Junta Nacional de Justicia estén pendientes e intervenir de oficio, cuando se conozca por cualquier medio la actuación de un juez y fiscal, iniciando un proceso sumario.