OPINIÓN | Mario Amoretti Pachas: ¿Alguna vez se combatirá la corrupción e inseguridad ciudadana?
Desde el inicio de la época republicana se trata de combatir la corrupción e inclusive se sancionaba con pena de muerte, pero lejos de que disminuya, sucede todo lo contrario, pues comprobamos que se ha incrementado; y todo ello sucede porque en la realidad solamente se tienen titulares en los medios de comunicación, pero no hay una decisión política de que se tomen las medidas del caso. Recordemos que en la década del noventa algunos políticos manifestaban públicamente, que a partir de aquel “descubrimiento” de los audios y videos, NUNCA MÁS CORRUPCIÓN, en nuestro país; sin embargo, verificamos que ha continuado, pero de una manera más sofisticada y con mayor daño al erario nacional.
En la década del noventa, algunos funcionarios, políticos, empresarios, etc., quedaron impunes, desgraciadamente por actuaciones nada legales -desaparecieron videos, audios- y ningún fiscal se atrevió a denunciar por encubrimiento real y personal; asimismo, se denunciaron a funcionarios que recibieron “coimas”, pero de manera inexplicable estas denuncias fueron “archivadas”, a ningún congresista, político, fiscal, ha pedido información sobre estas desapariciones o archivamientos, basta que se recurra a la Fiscalía para que se solicite información de los funcionarios que fueron denunciados y cuyas denuncias fueron archivadas, a fin de que se conozca por lo menos los nombres y las razones por las que se siguió el proceso.
Se dictan leyes y se siguen presentando proyectos para modificar el Código Penal, es decir, se continúa con la inflación legislativa, incrementando las penas o tratando de eximir de responsabilidad penal, en caso de legítima de defensa, cuando ya está claramente precisado en la ley penal; cuando en realidad no se previene absolutamente nada, ni en educación, ni salud; mucho menos en seguridad ciudadana, pues a diario se producen feminicidios, homicidios, robos agravados con muerte subsecuente, hurtos agravados y no pasa nada; que los fiscales y jueces tengan en cuenta que las penas se suman.
A los niños hay que hacerles conocer que su cuerpo no debe ser tocado ni por el padre, hermano, tíos, primos o abuelos, que ante una situación de tocamiento deben denunciar, aun cuando el agresor lo amenace que van a matar a sus padres, sobre todo, cuando estos hechos suceden dentro del entorno familiar. Que la policía preste la atención necesaria a quienes van a denunciar, violaciones sexuales, agresiones físicas o psicológicas que sufren las mujeres, a fin de evitar posteriores feminicidios, dejemos de lado el falso machismo.