OPINIÓN | María del Pilar Tello: los cambios del primer año

Martín Vizcarra cumplirá su primer año como presidente de la República oxigenando su gabinete, nombrando un primer ministro y algunos otros ministros que puedan servirle de segunda fila en momentos en que el Parlamento que se viene, fraccionado y segmentado, será muy difícil de manejar si el Ejecutivo no cuenta en él con un apoyo eficiente.

Se especula que César Villanueva retorna al Congreso para armar esa bancada oficialista tan necesaria y además trabajar en la presidencia de ese poder. Y también para terminar con los dimes y diretes de los ppkambistas que un día arman bancada y otro se quitan del partido y de la bancada. Contigo pero sin ti.

Vizcarra está ante nuevos vientos. Afronta una tendencia a la baja, de pérdida de puntos y de aprobación y necesita nuevas estrategias para conectar con una ciudadanía desconfiada que espera logros concretos más allá de la monotemática e insuficiente lucha contra la corrupción como fórmula de captación de buenas voluntades.

Si la confrontación ya no le sirve, tiene que sonreír y conciliar, tender puentes con este difícil e indescifrable congreso. La población le envía un mensaje de exigencias y demandas para que exhiba realizaciones concretas en la reconstrucción, del norte y también del sur, en la seguridad ciudadana cuando la delincuencia y los feminicidios aumentan, en la salud pública colapsada y con una espantosa anemia sin control. Y sobre todo en una economía estancada sin mucho crecimiento y demasiado desempleo.

Los cambios son bien recibidos, son señal de voluntad política de mejorar el gobierno de un presidente sin bancada propia ni alianzas estables que había apostado a su conexión con la población. Le toca apostar por profesionales que puedan sostener esta etapa, nada de irrelevantes, se requiere de gente con capacidad para activar sus sectores y sostener una nueva agenda, convergente, con objetivos concretos y participación activa del Parlamento sin lucha de por medio.

Este 23 de marzo Martín Vizcarra cumplirá su primer año y ya debería mostrar resultados más allá de las buenas frases en los discursos. Consolidar su liderazgo anticorrupción dando respuesta oportuna y transparente a toda imputación o sospecha de vínculos con empresarios o personajes involucrados con el Lava Jato o con el Club de la Construcción. La oxigenación del gabinete es un buen primer paso la siguiente es el esclarecimiento para despejar dudas tóxicas.

Unas líneas para subrayar el nuevo feminismo que en defensa de la igualdad y de los derechos de la mujer recorre el mundo como espíritu renovador. La lucha no es solo de las mujeres, es de todos para construir un mundo de bienestar.

En el Perú necesitamos descartar esa vergonzosa violencia doméstica y lograr oportunidades para todos. El machismo criollo choca con la valentía de nuestras mujeres, pilares de los valores sociales y de las familias, desde el sacrificio personal que les permite ser padres y madres a la vez, jefes de familia con responsabilidad social y admirables elementos de superación y madurez personal. Orgullo por nuestras mujeres que impulsan la nueva sociedad de la igualdad, la justicia social y el bienestar colectivo. Y lo hacen a pulso. Honor al honor.