OPINIÓN | Manuel Altamirano: Santa Rosa de Lima, ¡Apaga los incendios por favor!
La Amazonía hoy en día es noticia mundial debido a los incendios forestales que han reducido a cenizas 2 millones de hectáreas de este pulmón del planeta (según cifras conservadoras), que tiene una extensión aproximada de 7'000,000 km² (siete millones de kilómetros cuadrados) repartidos entre nueve países, siendo Brasil el que posee la mayor extensión seguido por Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa y Surinam.
Esta región contiene la mayor biodiversidad del planeta con al menos 42,000 variedades de plantas, 427 especies de mamíferos, 1,300 tipos de aves, 378 variedades de reptiles, más de 400 clases de anfibios y alrededor de 3,000 tipos de peces de agua dulce, entre ellos la recientemente descubierta “piraña vegetariana”; en el caso de los invertebrados, solo en Brasil se han descrito más de 100,000 especies. Es esta gran diversidad la que ha servido de base para la obtención de los principios activos para innumerables fármacos que sirven para tratar diversas enfermedades.
La destrucción causada por los incendios forestales es solo uno de los muchos atentados que recibe la selva, desde la tala ilegal, la minería que vierte mercurio destruyendo la vida, la destrucción del hábitat silvestre, la caza furtiva y una larga lista de etcéteras. No debemos olvidar que por el río Amazonas fluye el 15% del agua dulce del mundo, es la mayor reserva de agua dulce del planeta.
El origen de estos incendios en la Amazonía de Brasil no está claro aún, en cambio lo que sí está claro es el origen del incendio político en el Perú que día a día destruye las instituciones; ¿Cuál es este origen?, sin lugar a dudas es la Lawfare, una suerte de politización del sistema judicial en el país donde la guerra jurídica es un nuevo teatro de operaciones que busca demoler y destruir dignidades, es decir, atacar la esencia misma de las personas.
Esta guerra jurídica actúa en complicidad con tres estamentos; el poder mediático (los medios de comunicación), la fiscalía y los llamados caviares. Generalmente, empieza con la aparición en las portadas de medios de comunicación de una información “exclusiva y trascendente”, luego leemos el contenido interno de la gran noticia y resulta que es el dicho de una fuente, que no es parte de una declaración en fiscalía, sin hechos contrastados, debilitando así a las denuncias- investigaciones serias.
Lo grave de esta situación es que esta información es replicada varias veces para darle credibilidad, la persona atacada queda sin reacción y sin tribunas para defenderse debido a la presión mediática. De oficio o a pedido de la fiscalía se abre un proceso de investigación, sin pruebas validadas, con arrepentidos que aparecen de la nada (en algunos casos con versiones cambiadas o chantajeados con la prisión preventiva), se dan declaraciones en medios de comunicación usando medias verdades y se solicita, sin acusación fiscal y en medio de procedimientos no muy claros, la famosa prisión preventiva de manera prematura, sin derecho a defensa, creando todo un espectáculo con estas detenciones o en todo caso se elaboran titulares que destruyen honras, todo un incendio mediático.
Todos estos incendios políticos solo sirven para paralizar aún más nuestra alicaída economía, ya que sin instituciones sólidas no habrá inversión la cual genere trabajo.
Roguemos todos a Santa Rosa de Lima para que nos ayude a apagar estos incendios.