Opinión | Manuel Altamirano: Y la estabilidad, ¿dónde está?

Voltaire, el célebre pensador francés, decía “Es peligroso tener la razón cuando el gobierno está equivocado”, y lo sucedido este lunes, cuando el pleno del Tribunal Constitucional decidió aceptar por mayoría el hábeas corpus en favor de Keiko Fujimori, demostró un ejemplo claro de independencia y, sobre todo, de enmendar la plana al aparato mediático, vocero oficioso del gobierno de turno.

Recalco la importancia de este fallo, ya que por lo menos nos permite decir que tenemos una institución que actúa correctamente, con sus altas y bajas (debemos recordar que 6 de sus miembros tienen el periodo cumplido); pero, sobre todo, sabiendo que hoy en día, en este mundo globalizado, la presencia de las instituciones es de gran importancia y el correcto manejo de estas permite generar estabilidad a una nación frente a las turbulencias políticas, económicas y sociales.

Un claro ejemplo lo podemos ver al analizar las elecciones de Estados Unidos en el año 2000, la de Taiwán en el 2003 y las de Ucrania en el 2004. Elecciones que fueron discutidas, y salvo algunas movilizaciones, estas no afectaron al país, ni crearon un shock; tal como ha sucedido en Bolivia, en donde se han producido enfrentamientos, víctimas mortales, un país paralizado, dividido e inestable.

Todo gobierno para perdurar y ser constante en su desarrollo debe tener dos componentes: la capacidad de soportar shocks y evitar el desarrollo de uno (prevención). Se debe potenciar instituciones estatales sólidas que permitan soportar las tensiones sociales, tal como ha sucedido recientemente en Francia con las protestas realizadas por los chalecos amarillos, quienes fueron frenados por el gobierno francés al instaurar el estado de sitio, el toque de queda, el control de los medios de comunicación y el internet. El gobierno francés ha hecho las reformas necesarias, sin dañar la institucionalidad y volvió a la paz.

El Gobierno de Venezuela ante las protestas actúa de una manera diferente, autoritaria, porque no tiene instituciones sólidas, además que Maduro ya no cuenta con el capital político para arriesgar.

Nuestro país requiere reformas políticas y económicas, vivimos en un escenario incierto, somos espectadores de una triste coyuntura, en donde los precios de nuestras principales exportaciones están a la baja y la caja fiscal se encuentra en déficit debido al incremento de trabajadores públicos, consultorías, etc.

No podemos estar endeudándonos permanentemente, tarde o temprano nos pasará la factura y se empezará a gestar una ola de malestar ciudadano. Si el gobierno no tiene recursos debe tener capital político, si no tiene capital político y no tiene recursos, no podrán hacer las reformas políticas, lo único que les queda es fortalecer las instituciones de manera transparente para generar la estabilidad que queremos encontrar.