17/04/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La libertad y el derecho a la libre expresión son derechos fundamentales de la persona humana, derechos que se ejercen principalmente hoy en día mediante los medios electrónicos y redes sociales de fácil acceso, esto permite también que chiflados y charlatanes puedan manifestarse abiertamente, incluso algunos de ellos son más escuchados que los eruditos y científicos.
Existen informaciones que son divulgadas abiertamente y que pueden causar la muerte de las personas creyentes en estas; los chiflados que divulgan estos descubrimientos seudocientíficos tienen algunas nociones básicas, creen sus teorías y las defienden, los charlatanes en cambio no ofrecen ningún elemento racional.
Hoy el mundo está siendo asolado por una pandemia del virus COVID-19 y alrededor del mundo circulan curas milagrosas, muchas de las cuales pueden afectar la salud de las personas que las usan; esto no se puede impedir, ya que es difícil contrarrestar las creencias adquiridas durante años.
Por ejemplo, en Colombia el consumo de alcohol se descontroló luego de que en redes sociales circulara un pseudo tratamiento contra el COVID-19: beber alcohol para desinfectar el cuerpo y hasta el momento al menos 36 personas han muerto por consumir metanol, muy parecido al alcohol, pero tóxico.
En nuestro país ha circulado por redes las curas milagrosas como hacer gárgaras y bañarse con lejía, consumir ajos (En China una persona murió por asfixia luego de consumir kilo y medio de ajos), kion, limón, consumir zinc, aplicarse vaporub en las fosas nasales, es decir para todos los gustos.
El peligro de la propagación de estas supuestas curas milagrosas es que las personas crédulas pueden hacerse daño o morir innecesariamente, lo único real hasta el momento es hacer test diagnósticos, lavarse las manos, mantener la distancia social y cumplir la cuarentena.
Esperemos que no se repita las declaraciones de algunos chifladitos que salieron a decir que esta es una gripecita en China o querer hacer un “experimento social contra el patriarcado”, pero más grave aún es que las autoridades escuchen a estos chifladitos.
Sin ser chiflado ni charlatán, creo que debería ponerse sobre la mesa la alternativa de la llamada inmunidad de la manada, hacer más diagnósticos para que se cambie la cuarentena total a una controlada en zonas afectadas, mantener el distanciamiento social, no reuniones o espectáculos, de esa manera los que se infecten desarrollarán inmunidad, la tasa de mortandad será menor al 1% y los más vulnerables en sus hogares.
Esta alternativa viene siendo empleada por los suecos e israelíes, está dando resultados y ellos no son chifladitos.