OPINIÓN | Manuel Altamirano: Ad Nauseam, receta para el caos en el sur
Recuerdo cuando estaba en el colegio y escuchaba la típica frase “El profesor lo ha dicho”, que para la mayoría de nosotros era un dogma y no tratábamos ni siquiera de cuestionar la aseveración del profesor. De esa época a la actualidad, el desarrollo de las redes de comunicación y la gran cantidad de información que tenemos a la mano -gracias a internet- nos da la posibilidad de poder discernir y objetar algunas falacias de tipo ARGUMENTUM AD NAUSEAM (falacia que se argumenta a favor de un enunciado mediante su prolongada repetición, por una o varias personas).
Un ejemplo claro son las declaraciones del Gobernador Regional de Puno, Walter Aduviri, quien repite hasta el cansancio que la importación del gas boliviano traerá desarrollo a su región, y que además, cuenta con un gran coro que lo secunda para defender una posición que va en contra de la independencia energética del país, que es una política de Estado suscrita por nuestra Cancillería, pero como hoy en día el respeto a las leyes es lo que menos importa veamos por qué no es conveniente la importación del gas boliviano.
Estos son los tres compromisos suscritos entre el mandatario peruano y su homólogo boliviano en el marco del V Gabinete Binacional Perú - Bolivia el pasado 25 de junio del presente año en Ilo:
La interconexión de los dos gasoductos nacionales para permitir la exportación del gas boliviano por Ilo; que solo beneficia a Bolivia, ya que le permitirá exportar su gas al Asia, si no logra vender su gas su producción gasífera caerá debido a que tanto Brasil como Argentina están dejando de comprar gas boliviano.
La importación de volúmenes adicionales de gas licuado de petróleo (GLP) boliviano; algo que ya sucede en Puno y no se ve reflejado en el precio, con una diferencia mínima por balón y con una calidad menor (poca capacidad calorífica).
La importación de gas natural de Bolivia para Puno; no se sabe si el precio de exportación será de acuerdo a marcadores internacionales o se subsidiará el gas, además el Proyecto Siete Regiones sigue aún encarpetado.
Como diría Camotillo el Tinterillo; los bolivianos quieren hacernos cholitos.
Seguimos con nuestros caóticos gobernadores regionales, otro iluminado es el gobernador de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, acusado de violación sexual, quien no tiene reparo en querer violar las leyes y el estado de derecho, y amenaza abiertamente al Ejecutivo dándole un plazo de 72 horas para la cancelación de la licencia de construcción de Tía María. Al parecer, Cáceres Llica no se da cuenta que con esa actitud espanta la inversión y está matando a la gallina de los huevos de oro, no solo daña a su región sino también al país, ya vemos al Frente Amplio, Nuevo Perú y demás facciones rojas haciéndoles el juego, y no olvidemos a la “Izquierda Rosquete”, como dice Antauro Humala, los caviares que desde Lima atacarán a las Fuerzas Policiales y Armadas si se les ordena restablecer el orden.
Recordemos cómo Arana y su pandilla paralizaron los proyectos mineros en Cajamarca, cuando sabemos que la gran minería tiene responsabilidad social y que el enemigo real es el minero informal, asimismo, ceder en Las Bambas nos comienza a pasar factura, eso demuestra que tenemos un Ejecutivo frágil y sin ideas, con un sur rumbo al caos y después al despeñadero.
Señor presidente demuestre que puede ser un estadista, busque un premier que, en lugar de decir todas y todos, enfrente y se la juegue por el país, que defienda nuestras actividades económicas.