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OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: yo no fui, fue teté

Es momento que las autoridades se pongan la mano al pecho y realicen su labor con la responsabilidad que se requiere para evitar futuras tragedias.
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02-04-2019

Lo de siempre. La tragedia ocurrida la noche del domingo en el terminal informal de Fiori, donde 17 personas fallecieron al incendiarse un bus antes de partir hacia Chiclayo, dejó una vez más en evidencia que ninguna entidad ni autoridad asume su responsabilidad y, por el contrario, le pasa la pelota al otro. Todos dicen estar en lo correcto, pero lo más probable, como en anteriores desgracias, es que la informalidad siga operando como hasta ahora y la vida de las personas siga en peligro por la falta de controles.

Y como siempre, después de lo ocurrido, todos despiertan y se ponen las pilas para tapar su culpa. El ministro de Transportes y Comunicaciones, Edmer Trujillo, dijo que los terminales o paraderos informales no son responsabilidad de su sector sino de las autoridades municipales. Su declaración nos lleva a una primera interrogante. ¿Quién controla la circulación de los buses interprovinciales?

El alcalde de San Martín de Porres, Julio Chávez, manifestó que el lugar de la tragedia no es un terminal, sino un garaje que no tenía autorización de su comuna para poder operar pero siguió haciéndolo en la clandestinidad pese a que fue clausurado tras un operativo en el que se incautaron dos cisternas de combustible. ¿Y la vigilancia posterior? ¿O simplemente se hicieron de la vista gorda?

La empresa Sajy ha sido clausurada temporalmente en tanto se realicen las investigaciones del caso. Tal vez después de los 90 días todo siga como antes y el dolor de la tragedia pase al olvido.

Hasta en el Congreso el presidente de la Comisión de Transportes y Comunicaciones, Wuilian Monterola Abregú, anunció que la jefa de Sutran, Patricia Cama Meza, será citada para mañana, y Roy Ventura pidió la presencia del ministro de Transportes. Solo falta que se nombre una comisión investigadora que al final no llegue a nada.

Ayer, el alcalde de La Victoria, George Forsyth, hizo una muy buena reflexión con el recuerdo de anteriores tragedias. “A causa de la informalidad murieron 277 compatriotas en Mesa Redonda, 29 en Utopía, 4 en Larcomar, 2 en Las Malvinas. Y ahora 17 en Fiori. Cuándo aprenderemos que las empresas son fiscalizadas para minimizar la posibilidad de siniestros como estos”.

Es momento que las autoridades se pongan la mano al pecho y realicen su labor con la responsabilidad que se requiere para evitar futuras tragedias. Aunque por experiencias pasadas, nada de eso ocurrirá. Ojalá nos equivoquemos.