OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "Una curva peligrosa"
La guerra contra el coronavirus ha entrado en la fase más difícil, en la que el gobierno estima llegar al pico más alto de contagios del peligroso virus para luego ingresar a una disminución progresiva que, sin embargo, no debe ser motivo de descuido. No se puede bajar la guardia ante este peligroso e invisible enemigo. Y por ello anoche dispuso nuevas y severas medidas, como la inmovilidad total el jueves 9 y viernes 10 de abril, coincidentemente los días centrales de la semana santa.
Medidas duras, pero necesarias si queremos impedir el avance del Covid-19 en nuestro país, pues, ya por todos es sabido que solo cumpliendo con la cuarentena y toque de queda podemos lograrlo.
Ayer, el presidente Vizcarra destacó el éxito de la inmovilización completa del domingo, con una cifra mínima de detenidos comparada con días anteriores, lo cual ayuda al objetivo que se busca. Ha resaltado también que gracias a las acciones que se tomaron con la emergencia sanitaria, las cifras de fallecidos e infectados con el virus son menores a las que inicialmente de proyectaban. Hoy tenemos 92 muertos y 2,561 contagiados. Y dependerá de la participación responsable de la población que el mal se detenga.
Y eso es lo que se debe hacer este jueves y viernes santo, días de guardar y de reflexión, para evitar que el mal avance.
Se vienen dos semanas difíciles, en que se debe llegar a la curva más alta de contagios. La exministra de Salud, Pilar Mazzetti, quien lidera el comando de operaciones de lucha contra el Covid-19, ha estimado que podemos llegar a cinco mil casos, de manera que debemos estar preparados para cuidarnos todos, y la mejor manera de hacerlo en no salir de casa.
El domingo 12 de abril culmina la ampliación de la cuarentena, pero ello no implica que desde el lunes 13 ya se normaliza todo. Se darán nuevas medidas que responsablemente se tienen que cumplir. Es probable también que se prorrogue el período de aislamientos e inmovilización social obligatorios, ya el presidente Vizcarra ha dejado entrever esa posibilidad. Si queremos que la peligrosa curva de contagios y fallecidos baje, tendremos que acatarlo. Juntos tenemos que derrotar al coronavirus. No queda otra.