25/04/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El interrogatorio al que es sometido Jorge Simoes Barata en Curitiba, Brasil, por los fiscales peruanos, ha generado gran expectativa en el país por las revelaciones que viene brindando el exrepresentante de la empresa Odebrecht en el Perú sobre el pago de sobornos a expresidentes y exfuncionarios para la concesión de megaproyectos y obras públicas.
Y es en el marco de esas diligencias que ayer se conoció un hecho que termina de pintar de cuerpo entero al expresidente Alejandro Toledo Manrique, quien se encuentra prófugo de la justicia peruana residiendo en los Estados Unidos, donde además ha hecho papelones públicos y hasta fue arrestado una noche por sus borracheras.
Toledo tiene dos órdenes de prisión preventiva. Una por el caso Odebrecht y otra por Ecoteva. Ayer, Jorge Barata terminó de hundirlo al reconfirmar que la constructora brasileña le pagó 31 millones de dólares en coimas por la adjudicación de las obras de los tramos II y III de la carretera Interoceánica Sur.
Pero lo resaltante de la jornada de ayer fue la revelación de cómo el expresidente Toledo exigía a Barata el cumplimiento de la cancelación de los sobornos. El exchakano exigía 35 millones de dólares, pero finalmente le entregaron 31, cuatro directamente a él y los 27 restantes a través de su amigo, el empresario israelí Josef Maiman, su testaferro y hoy acogido a la colaboración eficaz.
“Barata, págame carajo”, era la frase con la que Toledo reclamaba al exrepresentante de Odebrecht la entrega de la coima.
Es deplorable que un expresidente del Perú haya llegado a esos extremos para enriquecerse ilícitamente aprovechando el más alto cargo que la Nación le encomendó a través del voto popular. Y nos referimos a Toledo, porque su caso está cerrado y se espera su extradición para someterlo a la justicia peruana. Claro que el del exmandatario Ollanta Humala prácticamente también lo está, y solo se espera que se formule la acusación fiscal.
Falta saber quiénes más se beneficiaron con los ilícitos de Odebrecht. Es evidente que Toledo no ha actuado solo y en los próximos días pueden aparecer los nombres de quienes se coludieron en esta irregularidad.
Quedan tres días más de interrogatorio y Barata sigue contándolo todo. Por lo pronto ya se comprometió a entregar cuatro mil folios de los servidores Drousys y My Web Day, utilizados por la Oficina de Operaciones Estucturadas (la famosa Caja 2) donde se detalla los pagos de sobornos. Tres días en que, sin duda, se revelarán más sorpresas. La verdad se abre paso.