OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: "Solo queda rezar por las vacunas"
Hubo gran expectativa desde horas de la mañana cuando se anunció que a mediodía el presidente transitorio Francisco Sagasti ofrecería a mediodía una conferencia de prensa presencial. Se esperaba un anuncio sobre la vacuna contra el Covid-19. Una hora después de lo previsto el mandatario hace uso de la palabra con una tediosa introducción de casi media hora en la que no absolvía nada de lo que aguardaba el país. Y esa fue la tónica de las más de dos horas de exposiciones y respuestas, cuya conclusión fue: No hay fecha para la llegada de la vacuna al país ni cantidades que se puedan adquirir. Cuando tengamos algo, les avisamos, fue el mensaje en concreto.
Es decir, los peruanos seguiremos desprotegidos porque no tendremos vacuna en el primer trimestre del año, cuando estamos con una segunda ola de la pandemia del coronavirus a la vuelta de la esquina junto con las elecciones generales que movilizará a millones de peruanos para elegir al nuevo presidente de la República, 130 congresistas y parlamentarios andinos.
Sagasti dijo que no debemos mirar para atrás en busca de responsables sino para adelante en busca de soluciones, pero aún así dijo que lo real es que su gobierno solo encontró dos acuerdos preliminares con dos entidades internacionales, y que su gestión seguirá conversaciones con varios laboratorios, pero nada concreto aún.
Pero así no lo quiera el mandatario, tendremos que mirar atrás para saber lo que nos dejó el gobierno de Martín Vizcarra y que al parecer se mantendrá porque no se dice nada de las medidas y acciones se han adoptado o adoptarán para enfrentar la segunda ola. El incremento de contagios es ya real y hay regiones donde ya no hay camas UCI para atender a los pacientes graves. ¿Y las cinco mil que Vizcarra anunció tendríamos con la llegada del 2021, para el que ya faltan dos semanas? Seguimos con hospitales colapsados, no sabemos si tendremos oxígeno suficiente, menos si hay un plan concreto para lo que se viene.
Tenemos también calles abarrotadas de comerciantes y público que son verdaderos focos de contagio, los días 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero, solo se restringirá el tránsito de vehículos particulares dizque para evitar el contagio en reuniones familiares, pero sí habrá transporte público que irá lleno de gente que saldrá de compras y repletarán más las vías. Algo incoherente, pues si el 24 y 31 serán feriados no laborables compensables, ¿no se pudo también restringir ese servicio?
Y pese al peligroso incremento de los contagios, el gobierno no dará marcha atrás en el inicio de la fase cuatro de la reactivación económica tal cual. Así las cosas, todo indica que la guerra contra la pandemia seguirá en contra nuestra, el peligro de mayor número de contagios y de muertos es inminente. Solo nos queda rezar.