OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: El reto de los ciudadanos

La propuesta de reforma constitucional para recortar el mandato presidencial y congresal, y adelantar las elecciones al 2020, es el tema que ha copado la agenda política desde el 28 de julio cuando el presidente Martín Vizcarra lo planteó en su mensaje a la Nación. Desde entonces los debates sobre dicho proyecto han estado a la orden del día y aunque resulta incierta su aprobación en el Congreso, queda algo para la reflexión de los ciudadanos.

Es que si se adelantan las elecciones para abril del próximo año, o que estas se realicen en el 2021, los ciudadanos peruanos tienen el reto de saber elegir al nuevo presidente de la República que tendrá la responsabilidad de gobernar el país en los siguientes cinco años, y a los 130 congresistas que deberán representarlos en el Poder Legislativo.

Y decimos que es el reto, porque los peruanos ya no pueden seguir equivocándose al momento de elegir a sus autoridades, porque nos guste o no, quienes han gobernado el país y representado en el Congreso en las últimas décadas han sido elegidos por el voto popular. Y tenemos a expresidentes en problemas con la justicia por casos de corrupción. Un prófugo detenido en Estados Unidos y en proceso de extradición, otro con arresto domiciliario, un tercero con control de acusación fiscal para determinar si va a juicio, y un último que decidió quitarse la vida antes de ser detenido preliminarmente. De nuestro Parlamento, ha ido de mal en peor, su imagen ha ido deteriorándose por la calidad de sus integrantes, hoy con una mayoría que lo ha llevado a ser el peor de la historia, tanto que el clamor en las calles es que lo cierren.

En estos días varios personajes están anunciando ya sus pretensiones de ser candidatos a la presidencia de la República en las próximas elecciones. Todos tienen el derecho de hacerlo, pero corresponderá a la ciudadanía si son elegidos o no. Los peruanos están ya advertidos. La historia ya no se puede repetir. Necesitamos personas honestas que estén comprometidas con el país, pero que además tengan programas de gobierno serios, coherentes y concretos para resolver los graves problemas que por años los afectan. Cómo van a salvar la salud pública de la crisis en que se encuentra, cómo tener una educación de calidad, cómo dar seguridad en las calles, cómo generar empleo, cómo hacer crecer la economía. Eso es lo que deben exigir los electores a los próximos candidatos, y no dejarse convencer con ilusiones que ya bastante daño nos han hecho.