08/12/2018 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El pronunciamiento del presidente del Congreso, Daniel Salaverry, contra la Ley de Financiamiento ilegal de los partidos políticos, ha provocado un nuevo terremoto en la interna de Fuerza Popular, cuyos integrantes se han quedado más que desconcertados y pese a cuestionarlo, no saben qué medida adoptar.
Salaverry no solo ha tildado de “nefasta” la referida norma que reduce las penas por delitos de lavado de activos, sino que al afirmar también que no firmará la autógrafa, se enfrenta a su lideresa Keiko Sofía Fujimori Higuchi, una de quienes se beneficiaría con la misma. Los otros serían los expresidentes Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, investigados por presuntamente haber recibido aportes de Odebrecht para financiar sus campañas electorales.
Los cuestionamientos de los parlamentarios fujimoristas no se dejaron esperar, apenas se conoció el pronunciamiento que escribió en su cuenta de Twitter. Pero el presidente del Congreso no se detuvo y continuó arremetiendo contra sus compañeros de bancada, al criticar el ingreso al Parlamento de trabajadores “recomendados” y a sus colegas que tienen conflicto de intereses y promueven leyes a favor de empresas privadas, en clara alusión a Miguel Ángel Torres, por la norma que pretende eliminar el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a casinos y tragamonedas.
Exmilitante aprista, Salaverry llegó al actual Parlamento no como un congresista más de la bancada naranja, sino como muy cercano a la lideresa Keiko Fujimori, y por ello asumió la vocería de su agrupación. Sin embargo, no es la primera vez que provoca un conflicto en la interna de Fuerza Popular. Un caso fue cuando se comprometió con el presidente Martín Vizcarra a cumplir los plazos para la aprobación de las cuatro reformas constitucionales que serán sometidas mañana a referéndum, pese a que días antes dijo que algunas de esas normas podían estar listas en el 2021, es decir tres años después.
Salaverry también pidió licencia a Fuerza Popular cuando Keiko Fujimori fue detenida preliminarmente por el caso de los cocteles. No la visitó y dijo que tomaba la decisión para mantener su independencia como presidente del Congreso.
Hoy afronta una difícil situación que puede costarle su salida de Fuerza Popular, pero pareciera que lo que él busca es su expulsión, para quedar como víctima y continuar una carrera política que ya tendría diseñada para futuro. Hasta anoche se esperaba una reunión de bancada para evaluar su caso, pero esta no se dio. Se comenta que con su alejamiento se irían otros más y el fujimorismo, que tras la renuncia de Úrsula Letona ahora solo cuenta con 60 congresistas, se reduciría mucho más.