OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "Que no eluda a la justicia"
Tenía que irse desde el momento mismo en que ocurrió la tragedia de Villa El Salvador, que hasta la fecha ha cobrado 23 vidas y tiene a unas 50 personas más en estado grave, con quemaduras en más del 50 por ciento de sus cuerpos. Es doloroso decirlo, pero el número de víctimas puede subir y los que sobrevivan quedarán por siempre afectados. Y no renunció.
Pero tuvo que destaparse el escándalo, tras conocerse que pagó 34 mil soles por servicios de media training para limpiarse de la responsabilidad por la tragedia, para que Daniel Schmerler Vainstein se vea obligado a renunciar a la presidencia del consejo directivo del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin).
Y tal como fue entrenado, en una capacitación en la que participó Augusto Álvarez Rodrich, el hasta ayer presidente de Osinergmin se fue lavándose las manos de la tragedia y culpando al camión cisterna de la empresa Transgas, sin reconocer que la institución que dirigió no cumplió su labor de control y supervisión de los camiones que transportan gas.
Ya se ha comprobado la ilegalidad en la que operaba esa empresa y la gran responsabilidad que tiene como causante de la tragedia. Pero Osinergmin no está al margen de la misma. Hoy sabemos que no solo Transgas operaba en esas condiciones, se ha conocido que más de la mitad de los camiones que circulan en la ciudad llevando gas licuado de petróleo (GLP) lo hacen en condiciones de inseguridad, de manera informal y hasta clandestina, lo cual constituye un peligro para miles y miles de personas. Y la responsabilidad de ello es precisamente de esta institución, que no ha cumplido su rol.
Ya el atestado policial ha determinado la responsabilidad de Osinergmin en la tragedia de Villa El Salvador. Y quien tiene que responder por ello es quien en ese momento dirigía dicha institución. De manera que la renuncia que hoy debe oficializar el gobierno, no exime a Daniel Schmerler Vainstein de responder ante la justicia por esta tragedia que no solo ha cobrado a la fecha 23 vidas, sino que ha dejado a muchas familias afectadas, que lo han perdido todo y necesitan ayuda.
Esperemos que tras su renuncia permanezca en el país y no eluda su responsabilidad de responder a las autoridades.