29/08/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El presidente Martín Vizcarra confirmó ayer que la próxima semana de todas maneras se realizará el diálogo con el titular del Congreso, Pedro Olaechea, pero no precisó el día ni la hora. Una oportunidad para que ambos busquen una salida a la crisis política que afecta al país y una posición respecto al proyecto de reforma constitucional presentado por el Ejecutivo para el adelanto de elecciones en abril del próximo año.
Queda la interrogante si los presidentes de los dos poderes del Estado, más allá del adelanto de las elecciones, dialogarán sobre otros temas que preocupan al país, paralizado por la crisis política.
Es importante que ambos busquen una salida a la crisis, que la cita culmine en los mejores términos para que se ponga fin a la confrontación en que se encuentran el Ejecutivo y Legislativo, y que en adelante el trabajo sea pensando en el Perú, que requiere solución a grandes problemas.
Cada uno ha marcado su posición. Anoche el presidente Vizcarra, poniendo paños fríos, ha considerado que no será necesario el pedido de una cuestión de confianza porque está convencido de que esta vez el Congreso actuará a la altura de las circunstancias. Esto, en pocas palabras, es que el Legislativo apruebe el adelanto de elecciones y en abril del próximo año el pueblo peruano elija a sus nuevas autoridades, tanto del gobierno como del Parlamento.
Antes de asistir a la reunión del Consejo para la Reforma de la Justicia, en Palacio de Gobierno, donde se encontró con Vizcarra, el presidente del Congreso planteó dialogar, además del adelanto de elecciones, sobre el desempleo, la inseguridad y la reconstrucción del norte.
No cabe duda que los temas son de urgente atención, así como lo son los de educación y salud, pero esos son temas que el Ejecutivo debe atender por ser el pueblo el que lo reclama.
Pero lo que Olaechea no ha mencionado es si el Congreso atenderá con rapidez los proyectos pendientes de la reforma política, remitidos por el Ejecutivo, que aún no han sido puestos a debate.
Ojalá que la conversación de Vizcarra y Olaechea tenga un resultado positivo, que se marque una agenda de trabajo conjunto entre los dos poderes del Estado y que el único beneficiado sea el país.