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OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: Nada de ultimátums

Es necesario que las partes involucradas logren a través del diálogo una solución a este problema que desde el lunes tiene paralizada a la región.
manifestaciones
18-07-2019

La situación en el Valle del Tambo se torna más tensa ante la dura posición de los dirigentes encabezados por el gobernador de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, que le han dado al gobierno un plazo de 72 horas para que anule la licencia de construcción del proyecto minero Tía María otorgado a la Southern. Pero el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, no dudó en responder que “no hay lugar para ultimátums”, y ratificar que el Ejecutivo siempre está presto a dialogar a fin de despejar todas las dudas de la población.

Y ha ratificado también el compromiso de que no se iniciará la construcción del proyecto minero hasta que no se converse y se resuelvan todas las preocupaciones de la población, temerosa de que la megaobra termine destruyendo la agricultura en esta parte de la región Arequipa.

Es este punto el que debe resaltarse. Si la empresa minera se ha comprometido a no iniciar el proyecto hasta absolver todas las preocupaciones y problemas a través del diálogo, ¿por qué entonces no sentarse a conversar? Total, si sus explicaciones no son convincentes, no se llegará a ningún acuerdo.

Los pobladores del Valle del Tambo tienen todo el derecho de ser escuchados y que se les explique con la verdad, que se les garantice que el proyecto minero no afectará su principal actividad que es la agricultura. Que la mina no utilizará el agua del valle sino el recurso del mar desalinizado, entre otros. Tienen derecho a dudar porque ya han sido sorprendidos con un primer estudio de impacto ambiental que ha tenido más de cien observaciones.

Es pues necesario que las partes involucradas logren a través del diálogo una solución a este problema que desde el lunes tiene paralizada a la región. La posición de quienes dirigen la protesta es radical, ojalá no se torne violenta. El camino para resolverlo es el diálogo y para ello se tienen que agotar todas las vías. La paralización está ocasionando pérdidas y los agricultores del Valle del Tambo no merecen ser perjudicados.