OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: Meche da que hablar
Los congresistas siempre dan que hablar, pero no precisamente para bien. Cada vez que declaran, son blanco de críticas y hasta de sorna, como cuando Leyla Chihuán dijo que el sueldo de 15,600 soles que percibe no le alcanza. Ello valió para que en el léxico popular su apellido pase a reemplazar a la palabra “misio”.
Las denuncias por el cobro de semana de representación cuando se encontraban en el extranjero, con viáticos pagados por el mismo Congreso, causaron la indignación popular y puso de vuelta y media a los legisladores, que salieron a responder con cada pretexto para defender lo indefendible. Es totalmente reprobable que reciban los 2,800 soles para ir a su provincia cuando se está en otro país.
Y a la cadena de declaraciones formuladas por los mal llamados 'padres de la patria', se sumó ayer la también vicepresidenta de la República, Mercedes Aráoz, quien sorprendió al considerar que el sueldo de los congresistas -que es de 15 mil 600 soles- está atrasado desde hace más de diez años y se debe dar la posibilidad de que mejore.
Para la parlamentaria oficialista “un congresista mal remunerado es la tentación para los lobbies, es la tentación para que alguien haga trampa”. Esta declaración fue blanco de duras críticas y hasta de burlas, pues hizo recordar a su colega Leyla Chihuán cuando dijo que los S/ 15,600 no le alcanzan para cubrir sus gastos.
Y es que la intervención de Mercedes Aráoz fue desafortunada -algunos llamaron imprudente- porque con esa lógica miles y miles de peruanos podrían caer en la tentación de la irregularidad, del delito. Policías, médicos y maestros que trabajan en el sector público, que perciben sueldos mucho menores podrían incurrir en ello.
En horas de la tarde la congresista, ya no ante la prensa sino a través de su cuenta de Twitter, reconoció haber cometido un error y pidió disculpas, pero las respuestas en las redes fueron contundentes, lapidarias.
Eso es lo que han ganado a pulso nuestros congresistas, desprestigiados ante la opinión pública con la más alta desaprobación en las encuestas. No es posible que hasta ahora el ministro de Vivienda, Carlos Bruce, diga que no rendirá cuentas sobre semana de representación y que se puede ir a la playa en cualquier momento.
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