23/03/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Mucho ruido y pocas nueces. La interpelación al ministro de Justicia, Vicente Zeballos, por el acuerdo de colaboración eficaz suscrito con Odebrecht, culminó ayer tras dos días de debate que tuvo intervenciones candentes, enfrentamientos entre bancadas, pero que finalmente permitió al representante del Ejecutivo retirarse fortalecido.
La bancada fujimorista se retiró del hemiciclo y en conferencia de prensa aseguró que no impulsará una moción de censura contra el ministro, pese a que en la víspera varios de sus representantes le exigieron su renuncia.
Zeballos concluyó su intervención en el hemiciclo con un llamado para que todos los poderes del Estado se sumen a la lucha contra la corrupción. Según el ministro, esa enarbolada premisa de lucha contra la corrupción e impunidad (que levanta el presidente Martín Vizcarra) no es bandera de un solo sector del país (sin duda se refiere al gobierno). Dice que esta lucha exige mayor consenso y unidad.
Ante esta reflexión del titular de Justicia, consideramos que ningún peruano puede decir que no está de acuerdo en la lucha contra la corrupción, es más, diríamos que es un clamor nacional, por ello el presidente Vizcarra obtuvo el respaldo de más del 60 por ciento de la población, de acuerdo a las encuestas.
Sin embargo, hay un desaliento cuando se observa que no todos los involucrados en casos de corrupción, como lo es el de Lava Jato, son medidos con la misma vara. No todos son tratados de la misma manera. En la columna de ayer lo mencionamos al dar a conocer la eficacia en la justicia brasileña, que ya tiene presos a dos expresidentes y más de 150 condenados, entre ellos muchos “peces gordos”.
El presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, elogió la presentación de Zeballos y la calificó de impecable, pero aludió algo que es materia de otra reflexión. “El Perú merece conocer la verdad para derrotar a la corrupción”.
Y preguntamos. ¿La verdad de quién? Según los sondeos de opinión, solo un cinco por ciento de la población cree que los exejecutivos y exdirectivos de Odebrecht van a decir toda la verdad a los fiscales peruanos durante los interrogatorios, pese a firmar el acuerdo de colaboración eficaz. Y esa es la gran duda que salta a la luz. Todos los involucrados, expresidentes de la República como Alan García, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y hasta el prófugo Alejandro Toledo, dicen ser inocentes. Lo mismo dice la exalcaldesa Susana Villarán. Y si los colaboradores brasileños no lo cuentan todo, ¿se podrá saber la verdad y aplicar sanciones?